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lunes, 22 de abril de 2013

PROMETEO Y LA OSCURIDAD


HISTERIA DE KAUIL
SEMPER  SIMUL  SEMPER CARMINA, CATA


PROMETEO Y LA OSCURIDAD
POR: JAVIER BARRERA LUGO

A veces quienes menos apuestan terminan llevándose las mejores partes del cadáver. Se comen la médula que representa la espiritualidad de lo que en ese momento son trozos de proteína a punto de ser devorada. Rasgan las extremidades, trituran huesos de lo que fue unidad y certeza de vida. Esos, que esperan boquiabiertos la materialización de sus deseos, escriben música sobre los cuerpos desvencijados  de los mártires. El honor, concepto llevado a extremos enfermizos por los poetas guerreros, los hace parte inoperante de una jugada parasitaria. Suenan tambores de ejecución, la muchedumbre hastiada de milagros ahora testifica con su silencio mordaz, el pago que un ilustre desconocido hará plausible ante los dioses sordos que todo lo cobran.
Prometeo les dio el fuego a los hombres y ahora es encadenado en Escitia a una roca por la eternidad, vientre al cielo para que un águila, cada día de la eternidad, le abra el cuero del tórax y se coma su hígado, que en las noches se renueva para hacer palpable el doloroso castigo por traicionar a los dioses. Los dioses, los putos diosecitos inconscientes, se extasían viendo a través de las ventanas del Olimpo, cómo su poder, fracturado por la arrogancia de un idealista, se restituye y fortalece a través del miedo. Un tallo de cañaheja encendido fue la ofensa, una víscera fresca el decoro que se restituye de la única manera apropiada que sirve también para educar.
Patente de corso las ganas de llegar al sol cobijado por la sombra de otro. El mártir cumple su condena, los ídolos siguen recibiendo culto y sacrificios insignificantes, los hombres, hipócritas como ninguno, reverencian, pero en la oscuridad de las cavernas utilizan el regalo del titán para construir pequeños imperios. El fuego se encapsula y termina sometiendo a los menos adaptados, a los cobardes, a los débiles. Todo está consumado para quienes quisieron dejar huellas palpables en el polvo del mundo y sólo consiguieron ser retratados por alucinados como Esquilo, el trágico escribidor de fracasos.
Pero el protagonista de esta historia no se conformó con ser el idiota que expió la necedad de los hombres y sus padres. Según me contó una vez en una cantina de Yacó, la mañana del año siete mil ochocientos cuarenta y nueve de su suplicio entendió que los castigos dejan de tener vigor cuando desaparece el concepto de culpa. Al siguiente día, cuando el águila llegó, la tomó por el cuello y le arrancó la cabeza, estiró las cadenas y estas cedieron, se dio cuenta que sus carceleros, los dioses, habían muerto hacía mucho y a sus reemplazantes les importaba demasiado poco su suerte. “Siempre estaré solo, lo que sucedió debía ser, pero si algo me quedó claro es que por ustedes no me vuelvo a echar la responsabilidad”, dijo, y continuó: “yo fui la prueba fehaciente de que los hombres no merecen confianza, que al igual que los dioses que detestan, prefieren comer mierda en silencio monacal que compartir el pan, ese es el gran pecado de su género”. Concluyó. Tomó dos tragos más de aguardiente y se fue sin decir adiós.
Mesías y ovejas ansiosas por devorar, Prometeo y la longevidad de la ambición, todo redundando, creándose y muriendo sin ninguna utilidad práctica. Trata de soñar y de luchar tus sueños, eso es lo único valioso que puede guardarse un ser para el día en que todo acabe. De héroes está lleno el cementerio, me recuerda alguien, un pragmático, de escritores ilustres y sin voz las bibliotecas que nadie visita, añado, de lugares comunes y discursos repetidos el planeta que más fracasos posee, manifiesta un profeta. Trata de ser feliz en la oscuridad.

lunes, 15 de abril de 2013

ORACIÓN POR LA PAZ


ORACIÓN POR LA PAZ

                                                                            Señor Presidente Mariano Ospina Pérez:


Bajo el peso de una honda emoción me dirijo a vuestra excelencia, interpretando el querer y la voluntad de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para la patria.
En todo el día de hoy, Excelentísimo Señor, la capital de Colombia ha presenciado un espectáculo que no tiene precedentes en su historia. Gentes que vinieron de todo el país, de todas las latitudes – de los llanos ardientes y de las frías altiplanicies – han llegado a congregarse en esta plaza, cuna de nuestras libertades, para expresar la irrevocable decisión de defender sus derechos. Dos horas hace que la inmensa multitud desemboca en esta plaza y no se ha escuchado sin embargo, un solo grito, porque en el fondo de los corazones sólo se escucha el golpe de la emoción. Durante las grandes tempestades la fuerza subterránea es mucho más poderosa, y ésta tiene el poder de imponer la paz cuando quienes están obligados a imponerla no la imponen.
Señor Presidente: aquí no se oyen aplausos: ¡sólo se ven banderas negras que se agitan!
Señor Presidente: voz que sois un hombre de universidad debéis comprender de lo que es capaz la disciplina de un partido, que logra contrariar las leyes de psicología colectiva para recatar la emoción de un silencio, como el de esta inmensa muchedumbre. Bien comprendéis que un partido que logra esto, muy fácil podría reaccionar bajo el estímulo de la legítima defensa. Ninguna colectividad en el mundo ha dado una demostración superior a la presente. Pero si esta manifestación sucede, es porque hay algo muy grave y no por triviales razones. Hay un partido de orden capaz de realizar este acto para evitar que la sangre siga derramándose y para que las leyes se cumplan, porque ellas son la expresión de la conciencia general. No me he engañado cuando he dicho que creo en la conciencia del pueblo, porque éste concepto ha sido ratificado ampliamente en esta demostración, donde los vítores y los aplausos desaparecen para que sólo se escuche el rumor emocionado de los millares de banderas negras, que aquí se han traído para recordar a nuestros hombres villanamente asesinados.
Quienes anegan en sangre el territorio de la patria, cesarían en su ciega perfidia. Esos espíritus de mala intención callarían al simple imperio de vuestra voluntad.
Amamos hondamente a esta nación y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que navegar sobre ríos de sangre hacia el puerto de su destino  inexorable.
Señor Presidente: en esta ocasión no reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os pedimos que nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante propios y extraños. ¡Os pedimos hechos de paz y civilización!.
Os pedimos que cese la persecución de las autoridades: así os lo pide esta inmensa muchedumbre.
Os pedimos una pequeña y grande cosa: que las luchas políticas se desarrollen por los cauces de la constitucionalidad.  No creáis que nuestra serenidad, esta impresionante serenidad, es cobardía. Nosotros, Señor Presidente, no somos cobardes. Somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. ¡Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para salvar la paz y la libertad de Colombia!
Impedid, Señor, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana, que es lo menos que puede pedir un pueblo. En vez de esta fuerza ciega desatada, debemos aprovechar la capacidad de trabajo del pueblo para beneficio del progreso de Colombia.
Señor Presidente: nuestra bandera esta enlutada y esta silenciosa muchedumbre y este grito mudo de nuestros corazones sólo os reclama: ¡Que nos tratéis a nosotros, a nuestras esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes, como queráis que os traten a voz, a vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos y a vuestros bienes!
Os decimos finalmente, Excelentísimo Señor: bienaventurados los que entienden que las palabras de concordia y de paz no deben servir para ocultar sentimientos de rencor y de exterminio. ¡Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad para los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!

JORGE ELIÉCER GAITÁN

Como contraposición al genocidio hacia el Movimiento Gaitanista (iniciado desde 1945, y tras tomar esta organización del pueblo dimensiones peligrosas para la oligarquía liberal-conservadora, que optó por la violencia) Jorge Eliécer Gaitán convoca la fuerza de la presencia popular en las calles y se realiza el 7 de febrero de 1948, una manifestación púbica y nacional llamada la “Marcha del Silencio”, hecho sin antecedentes en la historia del país, donde expresa su posición en el discurso conocido como la “Oración por la Paz”, frente a las masacres oficiales propiciadas por las autoridades bajo el gobierno bipartidista del Presidente en turno.

lunes, 8 de abril de 2013

QUEMAR LAS NAVES




HISTERIA DE KAUIL
SEMPER  SIMUL  SEMPER CARMINA, CATA



QUEMAR LAS NAVES
POR: JAVIER BARRERA LUGO











DE DIOS PARA TI:

Busca un motivo posible, una causa cierta si deseas colgar por el cuello a un hombre que pretende ser bueno.  De nada sirve condenar inocentes a suplicios que algunos percibirán injustos porque conviertes  a los infractores en mártires, tipos a los que muchos seguirán ciegos y les darás motivos para sentirse con derecho a exigirte cambios.  El universo tiene lógicas que debes garantizar, umbrales dispuestos para ser cruzados por las élites. A punta de versos y buenas intenciones muchos de los nuestros han encontrado como destino la fría cuchilla de la guillotina. A los diosecitos nos condenan la tibieza de carácter, la pusilanimidad, el cerebro que reverbera sin estrategia. ¿Cuánto tiempo crees que te dará la estupidez para enmendar un error en el manejo de tu tribu?
Los creadores y creaciones tenemos debilidades, espacios oscuros desde los que nuestros fantasmas seducen: el primer trago temprano en la mañana, las tetas descomunales, blancas y llenas de pecas de aquella compañera que evade mirarte a los ojos,  la cuenta en Bahamas en la que religiosamente consignas el grueso de los sobornos que cobras, las esperanzas de cortarle el cuello a los dioses viejos que te “regalan consejos” que no solicitaste, (lo tienes claro, si necesitas escuchar opiniones, las últimas que aceptarás serán las de un mediocre que pasa los días masturbando sus pensamientos con delirios de grandeza infundados) el amor y sus malditos influjos... He ahí donde debemos atacar al enemigo, en sus peros, en las acciones que lanzan su moral a la cloaca. Mancilla lo mancillado, la debilidad propicia victorias, urde las prisiones de tus enemigos, no los dejes respirar sin que este acto les recuerde que están comiéndose el barro no por tu culpa sino por sus increíbles ganas de hacerte ver mal.
Lincha, asesina, disminuye a los caídos en desgracia, a los piadosos que pecan porque al hacerlo ya no se verán tan cándidos. Enséñales la escala de valores que confeccionaste desde el inicio, las jerarquías, las razas, las índoles, uno es antes que dos, la marcha victoriosa de los arriesgados cuando degüellan a los que quieren. Has elevado tu esencia y su mantenimiento es un denodado acto de confianza en ti mismo. Evidencia que los necesitas menos comparado con cuánto te necesitan ellos a ti, creador, dador, ejecutor y dueño de sus miserables actuaciones.
Poetas cabrones, varados o andantes, Nietzsche, la maldita Revolución Francesa, los ateos y los agnósticos, los que enamoran a ciegas, de todos cuídate porque al patearles el culo reaccionarán como perros rabiosos, te agradecerán mientras das la espalda y se cebarán con tu carne apenas te descuides, acuchillarán con fervor, heridos en su ego. Maledicentes, te venderán como tirano desconociendo el tamaño de sus peticiones y lo bueno que terminarás otorgándoles gracias a su credulidad.  Son desagradecidos, pedigüeños, fehaciente testimonio de cuán obtuso puedes ser cuando pretendes ser el “mejor tipo del universo”.
Está la cuestión de mis reacciones... Provócame y terminarás pudriéndote en un socavón, la fetidez de un corazón deshonesto, indisciplinado, vil, cubrirá el espectro circundante del ofensor. De él saldrá la lección, será  chivo que expíe los conatos de rebelión de sus iguales, la inconformidad de los espíritus educados para recibir solamente. Si vas a enfrentarte con alguien ten presente siempre el tamaño del contrincante, no seas estúpido ni te lances al centelleo de la fogata por capricho, mide con inteligencia a tu rival. A todos les brindo el paraíso, algunos no se sacian con nada y piden más, si les doy un pan exigen tres, quieren noche al mediodía, ruegan que llueva después de demandar a gritos un poco de calor. Nada es lo suficientemente bueno para estos hijos acostumbrados a buscarle cinco patas a los gatos negros.
Ten presente usurparle apoyos a tus contradictores, usa a sus iguales para hacerles mella. Sabes que todos tenemos precio y nunca faltará quien haga lo que decretes sólo por sentirse un poquito importante. Si ladras, los seguidores sentirán confianza y la emprenderán contra tus enemigos sin escatimar fiereza, entiende que su valor está en la imitación. Observa cómo se orinan de emoción al recibir de tu parte una caricia en la cabeza, un halago sin sustento, las gracias por traicionar a sus hermanos. ¿Crees acaso que lo de Judas  fue un accidente o simple codicia? No. Fue un macabro acto de egoísmo, quiso sentirse parte de algo ya establecido, las monedas fueron el símbolo de su espíritu patético, de lo poco que era. A tus hijos no les interesa brillar sino ser tenidos en cuenta alguna vez, creer que lo que dicen o hacen va a ser reverenciado y beneficiará al todo, pero tú entiendes que nunca pasará; nada menos apreciable que la lealtad de un traidor convencido de ser el héroe de la jornada.
Usa lo que te pertenece, las personas son una insignificante brizna que demuestra lo inmenso de tu poder, eres actor, los seguidores herramientas. Sus conceptos son información poco fiable, jamás los tomes como sustento básico para tomar decisiones, si permites que una de sus ideas intervenga en tu juicio la perdición de lo que eres estará finiquitada. Los imperios son construidos por individuos, las masas los sustentan, esa es una verdad que no admite discusión.  Dispón de su avidez para derrotar a quien ose poner en tela de juicio la dignidad de tu ministerio, altaneros serán si callas o permites brotes de sublevación.Una infección se controla amputando la parte afectada no aplicando compresas de agua tibia con un poco de sal.
Cierro esta reflexión haciendo patente una advertencia: nada tan ofensivo para un diosecito como la arrogancia de un seguidor que cree tener el derecho de recalcar un porqué cuando la decisión fue tomada. Lo tuyo no lo objeta nadie, se cumple y ahí acaba la discusión. Si persiste el capricho de cuestionarlo todo, la crudeza de tus actos extirpará de raíz la virulencia de una acción estúpida.  Tus criaturas son proclives a confabularse cuando se intuyenheroicas, no des pie para que crean lo que sus cabezas vacías les dictan en un momento de efervescencia.
Los privilegios son potestad de los arriesgados y sabes que tus criaturas se cocinan en atávicos temores. No permitas que eso cambie. La creación debe tener un par de dueños, así ha sido y será mientras la eternidad nos siga protegiendo.






Necesidad de amanecer

Cuando más solo te hayas entiendes que jamás estuviste acompañado realmente. La gente aparece en tu vida, pasa, se va, en el mejor de los casos te la quitan y el sistema de culpa se traslada a otra entidad. Los que creíste amigos te traicionan por limosnas, en quienes confiaste se llevan las manos a la cabeza y te hacen creer que tus reclamos son infundados: “padeces un desorden mental”, acusan jactanciosos, se disculpan sin quererlo y te endilgan el rótulo de intransigente, olvidando que también has tenido la fortuna de desarrollar el sentimiento de pecado cómodo.
Un mañana decides abandonarlo todo en silencio, encontrarte con ella para amarla y seguir adelante. En el pasado quedaron todas y cada una de las marrullerías de quienes juraron respetarte como lo hacían sus dioses, los préstamos que casi nunca honraron, las ofensas que se cubrían con un “¡ah, no se ponga bravo, venga nos tomamos una cerveza y no jodemos más!”, las tocaditas de culo y todas las estupideces que tú mismo permitiste buscando ser el mejor amigo de todo el mundo. Bueno, lo hecho, hecho estaba y no permitirías que estúpidas nimiedades  dañaran el objetivo de entrar purificado al mundo  obsequiado por aquella mujer de luz.
Un día el cielo azul se cierra y todo en lo que creíste, adorabas y te hacía soñar, queda depositado en la misma fosa donde la carnalidad de la musa reposará para siempre. Tus hijos tuvieron nombre pero no existieron en realidad,el hogar se incendió y regalaste las cenizas, ese espacio de apuesta llamado futuro se llenó de moho mientras se hundía, las realizaciones pararon en seco y la compañía se convirtió en un accesorio inútil. Todo lo que en realidad importaba murió.  No es patetismo sino rabia la que escribe estos párrafos, eso lo sé y no importa si alguien se ofende con eso, ser poeta es apostarle duro al anonimato, así que estas palabras amargas tal vez pasen desapercibidos o se pierdan en la inminencia del silencio, pero quedará evidencia.
Las estructuras de mi mundo colapsaron. Cada cual se quitó el antifaz y salió corriendo. Ante la evidencia decidí comerme la rabia, alimentarla, hacerla crecer porque dispuse no enfrentarme con los vasallos que hicieron la tarea de mortificación sino con quien la asignó. Una lucha se avecina y es la venganza la que todo lo motiva, la que ha hecho florecer no lo peor sino lo que de verdad he sido siempre y no me atreví a ver. Preparo cuerpo, alma, razón, escrúpulos; lo sucedido sentó un precedente nefasto que quiero lanzar por los aires. Las voces que solicitan cordura dictan sentencia sumaria cuando quieren entender que blasfemo:
-¡Con los dioses nadie se mete!-gritan enloquecidas tras los árboles.
-¿Por qué no se puede?-pregunto.
-Ellos crearon todo y todo lo pueden. Si no estás contento con sus decisiones es porque eres arrogante. Trata de buscar paz, resígnate, déjala descansar.
-No es por ella, es por mí-les digo exaltado. Y prosigo:-Al menos una explicación creo merecer. Todo lo siento como un capricho de alguien que quiso dejarnos claro que hasta para ser feliz se debe pedir permiso. Paraíso, un concepto que no creo merecer, así como no creo merecer el infierno, la ausencia, el eterno trepidar de mi voz en las paredes.
-¡Blasfemas!
-Exigir mi derecho no es blasfemar. Además estoy advirtiendo las cosas con tiempo, que se vaya preparando... Somos una copia de los dioses, tan imperfectos como ellos, llenos de resentimiento como ellos, pusilánimes como ellos… No creo intimidarlo, esa es mi ventaja cuando lo aborde y busque arreglar cuentas…No va a saber de dónde fue lanzada la primera estocada.
-Nada de lo que planeas la revivirá, es un acto inútil tratar de mermar la resistencia de un ente todopoderoso-exclaman con pesar.
-A ella déjenla fuera, no nombren a alguien que empezaron a olvidar. Sé que no se levantará del sepulcro, pero esta batalla es por salvar lo que queda de mi alma, es un simple acto de dignidad cuya esencia es el respeto a mí mismo. No puedo valorar de manera simplista lo que este tipo de diosecitos le dan a unos pocos y le quitan a la mayoría, los beneficios deben darse sin condiciones y él y los de su casta piden sumisión como cuota para otorgar privilegios. Yo con eso no comulgo.
-Has lo que quieras, poeta.
-Eso lo tengo claro desde que ella se fue.
Desafío. Una palabra que tiene poder para aquellos que no tenemos mucho que derrochar. Hasta las ruinas pueden incendiarse si el objetivo es hacerlo desaparecer todo en el fuego que purifica. Y eso es lo que está latente en mi mensaje: la limpieza del alma a través de la justicia que ni los hombres ni los dioses me darán. Yo mismo busco lo que necesito, los cazadores de la antigüedad, por más crédulos que fueran, no obtenían sus presas con sólo implorar a las deidades del bosque, sus travesías duraban días, el sudor, la sangre y sobre todo el estímulo del hambre los hacían sobreponerse a la rudeza de natura. Lo mejor de todo es que ganaban conocimiento de ellos mismos, confianza, perdían el miedo y es eso lo que me motiva, conocerme a través del enfrentamiento, mirarme a los ojos y encontrar al hombre gris que custodia una lápida que se empieza a comerse el tiempo.
Lograr el azul del cielo en las pupilas de la muerte, enfrentar a ese diosecito al que le temo con altanería.Sólo una respuesta estoy pidiendo, que se pronuncie y me aclare lo que otros quieren explicarme sin saber: ¿qué gané al quedarme sin ella? Necesito amanecer una vez más. No confronto con arrogancia, voy a la fuente, no gano nada queriendo acabar con un dios destrozándole la vida a sus seguidores, simplemente no puedo avanzar si la verdad no me toca el corazón, los silencios azotan mi alma y la disminuyen, me siento viejo, cansado y eso raya en lo ofensivo. Dios existe, de eso estoy seguro, respeto ese axioma, lo que no tolero es que un diosecito de tercera categoría se guarde lo que es mío, lo que merezco, por eso voy a la guerra.
Tengo definida mi estrategia. No creeré en términos de paz que emita el diosecito porque para él, ese escenario significa avivar la confrontación bajo la mesa, en la batalla hipócrita nadie piensa y eso es lo que necesita, sin cuestionamientos  puede implantar su voluntad, cada capricho que se le ocurra será una orden cuando la confusión reine. No asumo la libertad que confunde, que hace zozobrar el sentido común y motiva el conformismo. Sublevarse es una obligación cuando la autoridad se transforma en autoritarismo. No hay espacio para rendiciones mientras esté en juego mi alma. Victoria o muerte, mantra que repito mientras llueve fuego sobre la historia.
La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo”,escribió Nietzsche, probado verdugo de dioses y estoy de acuerdo con él. Todos los días pulo el espíritu en aguas de descontrol, no me mido, no escatimo, no me conformo, porque conformarse es asumir que no puedo hacer nada más. Los recuerdos son en el fondo compromisos que adquirimos sin saberlo y los que yo forjé con ella, tienen la virtud de lo indeleble y sólo la muerte puede llevarme a no cumplirlos. Lucho contra una esencia que creo empezar a conocer, sus obras la desenmascaran, sus omisiones confirman los flancos que deja expuestos inconscientemente,  porque nada es perfecto, ni siquiera quienes asumen serlo por acto de herencia, dignidad o compromiso. El miedo es el combustible que mueve los cimientos del espíritu o los calcina, en poco tiempo se develará cuál de los dos senderos tomará este poeta alucinado por la ira.
Espero que al final, pase lo que pase, sea ella quien me muestre el camino que toman las mariposas cuando escapan del interior de las piedras. Sólo ella, sólo por ella, vale la pena ir en contra de la supuesta naturaleza de las cosas y su magia pervertida.

lunes, 1 de abril de 2013

CIENCIA FICCIÓN


CIENCIA FICCIÓN
Oliver Barona, Celaya, México



-¡No permitiremos que la corrupción empañe la visión que se tiene en el extranjero de nuestro país! –decía fervientemente Ernesto Barreda Miramón, jefe de la contraloría de Ciudad Principal de la nación del Tequila y el Mariachi, en el canal seis de la televisora americana, justamente cuando en la competencia se mostraba un video donde recibía quinientos mil dólares para conseguir el permiso para un pequeño hotel en el centro de la playa que le pertenece a los japoneses.
-Permítame mostrarle una imagen que nos acaba de llegar –le dijo el titular del noticiario de las diez. Barreda se quedó tan pasmado que tardó más de dos segundos en recuperar su pose de político perfecto, esbozó una sonrisa sin poder ocultar la sangre subida a su cara, esa por la que tantos proyectos se le habían venido abajo y pronunció la más grave sentencia hacía el innombrable:
-¡Esto es obra de gobernación!, intentan poner fin a la prometedora carrera de mi jefe aniquilando a sus cabezas. Es increíble hasta donde hemos podido llegar. El partido de las manos cortadas ha lanzado una cruzada en nuestra contra. Sí, eso es lo que está sucediendo. ¿En qué tipo de país estamos viviendo?, la presidencia utiliza medios federales para atacar a los políticos trabajadores que intentamos darle vida a una nación podrida de corrupción. Es hora de que todos nos unamos y gritemos a viva voz nuestra verdad; no podemos mantener la credibilidad en los votantes si se juega de una manera tan sucia. ¿Quién crees que paga todo este numerito montado?, pues el pueblo, únicamente ellos son los que a cada escándalo pierden la capacidad de compra. ¿No se supone que íbamos a crecer al siete por ciento anual? Ahí están las mentiras de este gobierno federal ahogado en la inmundicia de los golpes bajos y absurdos.
-Lo que usted quiere decir es que este video es una farsa, me imagino, porque yo lo veo a usted claramente recibiendo el dinero –le dijo el locutor envalentonado por la gravedad de la noticia, a lo que Barreda contestó con otra diatriba para el gobierno federal y cualquier persona que se acercara a ellos.
Al enterarse de la noticia, Demóstenes Santa Magón, el gobernador de Ciudad Principal del país del tequila adulterado y el mariachi con armónica, rompió en los sollozos habituales de las seis de la mañana. Como todos los días, juró por la memoria de nuestra santa patria, que el mundo entero se había volcado en su contra. Despidió a Barreda pidiéndole que le entregara a su chofer la parte del botín conseguido y le aseguró una plaza en el gabinete federal pasados tres años. Para Demóstenes, los juegos sucios eran cosa de su pasado. Él había pertenecido al partido eterno de la revolución tequilera, donde la política era el arte de comer mierda sin hacer gestos. El video incriminador no le afectaba la popularidad conseguida a fuerza de cemento bien empleado. Era el candidato favorito para ganar las lejanas elecciones, se había convertido en el “inigualable menos peor de los candidateables”. Su más cercana competidora era justamente la esposa del innombrable, poca cosa para el partido del olvido comunista, quienes en la sangre de sus compañeros asesinados cimentaban sus esperanzas para dejar de ser el único partido importante en no obtener la presidencia una sola vez.
En la oficina del secretario de gobernación de la nación del tequila adulterado, agave pasado y mariachi con armónica, desafinado; estaba Asesino uno, escuchando la llamada telefónica entre el secretario y el innombrable.
-Si jefe, ya entregamos los demás videos, ahora si el partido del olvido comunista estará completamente aniquilado. ¿Entonces qué jefe?, ¿si me va a dejar ser su seguro sucesor? Carajo, este cabrón me volvió a colgar –le dijo a Asesino Uno. –Éste cabrón cree que me puede hacer su pendejo toda la vida. Yo hago todo su pinche trabajo sucio y resulta que para ser presidente en este pinche país hay que dar las nalgas. Mira, yo te pensaba contratar para asesinar al pinche tartamudo, pero estoy pensando que sería más fácil si al que matamos es al innombrable. Le echamos la culpa a los pendejos del partido del olvido comunista y me voy derechito a la grande. No le vayas a contar a nadie, pero una vez ya me senté en ella y de veras está bien rica.
-Pero, ¿y yo como voy hacerle para acercarme a él? y menos ahora que las cosas están tan calientes, no voy a poder salir libre de ésta y yo no quiero convertirme en una réplica de mi mismo como le sucedió al que mató al candidato del partido eterno de la revolución tequilera –dijo preocupado Asesino Uno.
-No seas maricón –le contestó el secretario de gobernación, mientras asesino Dos trataba de solucionar el problema de audio de la cámara escondida para Asesino Uno.
Llegaron a montones los videos incriminadores de todos los partidos, a excepción de los del partido de las manos cortadas, ya que los demás partidos apenas los estaban fabricando. Incluso hasta a los niños de la primaria que jugaban a gobernar el mundo les llegaron sus incriminaciones. En el país del tequila adulterado, agave pasado, importado y el mariachi con armónica, desafinado, borracho; no importaba si el protagonista de las cintas era culpable o inocente, si aparecía en cualquier noticiario entonces era un corrupto empedernido. Muchos ni siquiera recibían el dinero de los múltiples sobornos, incluso hubo uno que recriminó al sobornador pidiéndole que hiciera sus operaciones de manera correcta. Aun así, él, como todos, fue despedido de su partido y su cargo. Poco a poco el gobierno se fue quedando sin gobernantes.
Inocencio PocoTiempo, un adolescente que aspiraba a ser algún día el innombrable del futuro, tomaba nota de los acontecimientos. Al no tener cámara, logró que el presidente de la mesa directiva le cediera el puesto a golpes. Soñaba todos los días en poder llegar a la presidencia. Aunque agresivo por naturaleza, le interesaba en verdad cambiar a la sociedad. Escuchaba diatribas y panegíricos por igual tomando de ellos lo que creía correcto. Era uno de esos especímenes de nuestro pueblo que en verdad quería luchar por su pueblo y lo hacía. No soportaba la corrupción y comenzó una lucha sin tregua para aniquilarla. Iba a las dependencias gubernamentales, sobornaba a quien se dejara y gritaba a viva voz que tal por cual era un paria de la sociedad, para después llevar una grabación al noticiero que le quedara más cerca. Lo que nunca comprendió es porque había tantos videos y audios sobre el mismo tema en la televisión, pero los que él llevaba con sus propias manos nunca eran exhibidos y eso que en los suyos si se escuchaba el delito claramente. Aún así no se desesperó y tomó partido, el del olvido comunista. Curiosamente a partir de ese día, ya con cámara, todos sus videos fueron transmitidos por televisión nacional.
Asesino Uno asistió como invitado especial a una cena de la fundación Vamos país del tequila adulterado, de agave pasado, exportado, rebajado y del mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro; donde se encontraría el innombrable. Tomó la copa y espero su arribo. Por fin llegó y pronunció su discurso:
-Hemos limpiado de alicatas el chiquero. Nos costó trabajo pero lo hemos logrado. Hemos desinfectado a este país de todas las ratas de dos patas y lo hemos hecho rápido. Hemos asegurado seis años de permanencia en el poder de la familia innombrable y como todos ustedes son unos borregos que ni siquiera están poniendo atención a las pendejadas que estoy diciendo, entonces ni se dan cuenta. Ya cuando sientan a la innombrable se van a percatar de su inutilidad. Les dimos con la bota en el trasero y siguen sin ponerme atención. Si vieran la cara de idiotas que tienen todos sonriéndome y alabándome mientras yo me los estoy chingando –esto lo dijo muy fuerte y algunas personas del público reaccionaron, él continuó –hemos logrado fortalecer al partido de las manos cortadas por los medios más honrosos posibles.
Asesino Uno fue el único quien se dio cuenta del agraviante discurso del innombrable y hasta sintió gusto por el acto que estaba por realizar. Esperó a la serie de abrazos acostumbrados para felicitar al jefe por las sabias palabras pronunciadas y al llegar su turno puso la pistola en la sien del innombrable y frío, jaló el gatillo. Se escuchó el estruendo y los guardias pronto dejaron a Asesino Uno irreconocible. Mientras, Asesino Dos tomaba un avión a Europa con el dinero que le había dado el innombrable para salvar su vida. Pronto el jefe de la nación del tequila adulterado, de agave pasado, importado, rebajado, con refresco de toronja sin gas y el mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras; explicaba al teleauditorio lo sucedido.
-Estimados mexicanos grandes y mexicanos pequeños, hoy sufrí un atentado por parte de un grupo, para el cual, su único interés es desestabilizar a nuestro país. Por medio de mi muerte intentaban destruir todos los resultados obtenidos por el trabajo arduo y esmerado de esta administración. Por fortuna, un mexicano grande, honesto como toda la gente de este hermoso pueblo, me ha puesto sobre aviso y le ha cambiado los mortales proyectiles al arma por simples balas de salva. Así es, mi salvador era amigo íntimo de mi asesino, pero fue más fuerte su amor por la patria que su interés por el bienestar de este individuo. Alegrémonos todos, éste deberá ser un día de fiesta y no de tristeza. Hoy hemos desarticulado a una banda de asesinos mochando la cabeza -.Así habló el innombrable con el mejor uso de su limitado léxico, sabiendo que la población pone mucha atención a lo que sucede en la televisión. Llamó en secreto a su secretario de gobernación, le informó como habían sucedido las cosas, le ratifico en el cargo y le prometió que sería el jefe de campaña de la próxima innombrable.
-Yo creí que ya le habían caído en la tranza –le dijo Inocencio PocoTiempo a Demóstenes Santa Magón en broma.
-Y yo creí que te iba a apoyar en tu pluri –contestó –es hora de que conozcas como se trabaja en la política mexicana. Estos trucos me los aprendí cuando estaba en la revolución tequilera. Número uno: la ingenuidad es la mayor de las virtudes, Inocencio. No importa lo que suceda a tu alrededor, en este pueblo es mejor ser pendejo a ser corrupto, sino, mira al innombrable. Número dos: No importa lo que suceda, mientras las chivas ganen, o mejor dicho, el América pierda, a la gente se le va a olvidar cualquier suceso, sin importar cuánto se hayan robado. Y por último, y más importante de todos, y en el cuál estás más frito que Barreda: nunca digas que te quieres convertir en el innombrable, si así ya me quieren matar, ahora imagínate como me iría si fueran congruentes mis discursos con mis aspiraciones.
Inocencio CadavezmenosTiempo escuchaba con atención mientras su corazón sentía como todas sus ilusiones morían. Como cualquier adolescente de amplias aspiraciones, creía en poder convertir al país del tequila adulterado, de agave pasado, importado, rebajado, con refresco de toronja sin gas, rasposo y el mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras y menos violines; en México, la legendaria nación que caminaba erguida al saberse el ombligo de la luna. Quería poesía en su gente, encontraba en sus habituales paseos por el parque miles de tonalidades de verde, hasta que Demóstenes le mostró la que más le gustaba y le llevó a su mamá sólo cien de los setecientos que le habían dado “para que te vayas acostumbrando” le dijeron.
-¡Eeeesta noche, le deformamos la noticia!, decía el locutor del canal ocho. Barreda ha sido encontrado. El exjefe de la contraloría de Ciudad Principal fue hallado no me va a creer donde: ¡en un orfanato! se cree que intentaba ocultarse en algún sitio donde las autoridades nunca se les ocurriría buscar, nunca se imaginó que el innombrable deseara tener un hijo más. Escuchemos al presunto y obvio culpable en vivo:
-Es claro que el dinero fue entregado a esta institución, a donde vine a esconderme porque seguramente ellos tendrían la caridad de recibirme.
-Pero la Madre Superiora dice que usted amagó a todas las monjas para poder permanecer dentro de esta institución –dijo el entrevistador.
-Era sólo un juego
-¿Y él dinero? Ellas dicen nunca haber recibido nada.
-Pues mire… -y mientras los policías festejaban el arresto mandando saludos a sus familias por medio de la cámara, Barreda emprendió la huída sin que nunca pudiera ser localizado. Mientras algunos decían que se encontraba en Las Vegas, otros decían que había escrito un libro sobre el movimiento guerrillero-literario de un estado del sur y, que por medio de metáforas, se había escondido en lo más recóndito de su casa en cierta zona residencial.
-Próxima innombrable –decía el innombrable – ¿qué ya no me quieres? ¿Por qué ya no me das besitos?, en serio, ¿Ya no me quieres?
-Eres un idiota, por tu culpa iba a perder las próximas elecciones, afortunadamente se me ocurrió la idea de los videos, porque si por ti fuera, ya estaríamos perdidos todos los del partido.
-No tenías que hacer esto, mira, el próximo año vamos a crecer al siete por ciento, no te digo que en quince, pero en veinte minutos voy a acabar con el problema del movimiento guerrillero-literario, y voy a aumentar la capacidad de compra de todos los mexicanos los grandotes y los chiquitos –dijo con lágrimas en los ojos y el corazón en la mano.
-Ya déjate de lloriqueos, necesito que mañana vayas a un evento de la fundación Vamos país del tequila adulterado, de agave pasado, importado, rebajado, con refresco de toronja sin gas, rasposo, sin añejar y el mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras, menos violines, botonadura de plástico; es importante para quitar la mala imagen que gracias a tus incompetencias tenemos -dijo la innombrable con un látigo con punta de pata de gallo.
Demóstenes lloraba en su cuarto, se daba cuenta como había corrompido a un joven con esperanzas, con sueños puros como los había tenido él hacía muchos años. “Pero él ya golpeaba a sus compañeros en la escuela para obtener poder” pensaba tratando de justificar su acto “si no hubiera sido yo, otro le hubiera entregado menos dólares y el resultado sería verlo de candidato contrincante en el futuro, hice bien” Y así terminó de romper el dique que le impedía soltar toda la desesperación que le causaba su situación. Hacía muchos años, a él también lo habían comprado, no habían sido dólares, sino promesas como se hacía anteriormente –ahora los jóvenes ya no se creían de nada –Las promesas fueron cumplidas pero a golpe de tortura ajena, de matar al Demóstenes honesto, “tengo que aprender el sistema para poder cambiarlo cuándo llegue al máximo nivel” se decía ingenuamente, pero ahora que estaba a punto de llegar tenía tantas deudas, tantos favores para pagar, que era imposible salir impoluto de tanta mierda. Él no quería convertirse en el nuevo abuelo del partido del olvido comunista, así que se olvidó de su moral y utilizó a su nuevo alumno como un paliativo que esperaba no utilizar. El plan era sencillo, en caso de perder las próximas elecciones, haría que Inocencio YacasinadadeTiempo, con su tremendo carisma, rompiera fingidamente con él y llegara a ser el innombrable para el siguiente lapso de poder absoluto. Esta práctica había sido utilizada desde tiempos inmemorables por el partido de la eterna revolución tequilera y cada vez había tenido gran éxito. Así que inmediatamente comenzó su plan teniendo tal aceptación que a los pocos meses de darle gran fuerza a Inocencio como el gran liberador del país –algunos hasta les hubiera gustado como innombrable para este periodo, pero no cumplía con la edad –de tal manera que se olvidaron de él, lo que le aseguraba su triunfo y la continuidad de un nuevo maximato. ¡Miel sobre hojuelas para el olvido comunista!
-Necesito que regrese de su viajecito y cumpla algunas de las órdenes que me dieron y son de verdadera urgencia –le dijo el innombrable por teléfono a Asesino Dos, quien pensaba en jamás regresar, pero las maletas llenas de dinero y la promesa notariada de que nunca sería filmado en ninguna de sus actividades lo convencieron.
- Pero, ¿no cree que matar a Inocencio es demasiado duro?, podría revertírsele y todos perdemos.
-Tú quédate callado y realiza tu trabajo. Yo tengo plena confianza en la astucia de la innombrable… perdón, en mi sabiduría política.
-¡Eeeesta noche le deformamos la noticia de nuevo! –Anunciaba el noticiero del ocho -Inocencio SinTiempo, el nuevo caudillo del partido de olvido comunista murió asesinado hace unos minutos. Todo indica que fueron algunos miembros de su propio partido los que cometieron el ultraje. La cacha de la pistola que se encontró tenía una calcomanía de su partido y había propaganda para la votación de Demóstenes Santa Magón. Pero veamos qué es lo que dice el propio Demóstenes.
-Es absurdo que digan que fuimos nosotros, es obvio que todas estas supuestas pruebas fueron plantadas. Estoy demasiado consternado para seguir con la entrevista, pero si quiero decir algo, y que quede muy en claro, las elecciones son en quince días y recuerden que: ¡yo soy el rayo sagrado del sol!
-Curiosas declaraciones de quien hace unos momentos iba en lo más alto de las encuestas y ha caído estrepitosamente. Pero vayamos con nuestro reportero que se encuentra en estos momentos con el innombrable
-Estoy aquí montando la guardia de honor por un cuadro de un partido contrario al nuestro que parece que pensaba honradamente, al igual que nosotros, ya que parece que sus propios compañeros no lo tenían en muy alta estima.
Después de dos años de gobierno, la innombrable reinstauró la reelección en el país del tequila adulterado, de agave pasado, importado, rebajado, con refresco de toronja sin gas, rasposo, sin añejar, provocador de cirrosis colectiva y el mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras, menos violines, botonadura de plástico y cantando las eternas golondrinas.