lunes, 29 de abril de 2013
lunes, 22 de abril de 2013
PROMETEO Y LA OSCURIDAD
HISTERIA DE KAUIL
SEMPER
SIMUL SEMPER CARMINA, CATA
PROMETEO
Y LA OSCURIDAD
POR: JAVIER BARRERA LUGO
A veces quienes menos
apuestan terminan llevándose las mejores partes del cadáver. Se comen la médula
que representa la espiritualidad de lo que en ese momento son trozos de
proteína a punto de ser devorada. Rasgan las extremidades, trituran huesos de
lo que fue unidad y certeza de vida. Esos, que esperan boquiabiertos la
materialización de sus deseos, escriben música sobre los cuerpos
desvencijados de los mártires. El honor,
concepto llevado a extremos enfermizos por los poetas guerreros, los hace parte
inoperante de una jugada parasitaria. Suenan tambores de ejecución, la
muchedumbre hastiada de milagros ahora testifica con su silencio mordaz, el
pago que un ilustre desconocido hará plausible ante los dioses sordos que todo
lo cobran.
Prometeo les dio el fuego a
los hombres y ahora es encadenado en Escitia a una roca por la eternidad,
vientre al cielo para que un águila, cada día de la eternidad, le abra el cuero
del tórax y se coma su hígado, que en las noches se renueva para hacer palpable
el doloroso castigo por traicionar a los dioses. Los dioses, los putos
diosecitos inconscientes, se extasían viendo a través de las ventanas del
Olimpo, cómo su poder, fracturado por la arrogancia de un idealista, se
restituye y fortalece a través del miedo. Un tallo de cañaheja encendido fue la
ofensa, una víscera fresca el decoro que se restituye de la única manera
apropiada que sirve también para educar.
Patente de corso las ganas
de llegar al sol cobijado por la sombra de otro. El mártir cumple su condena,
los ídolos siguen recibiendo culto y sacrificios insignificantes, los hombres,
hipócritas como ninguno, reverencian, pero en la oscuridad de las cavernas
utilizan el regalo del titán para construir pequeños imperios. El fuego se
encapsula y termina sometiendo a los menos adaptados, a los cobardes, a los
débiles. Todo está consumado para quienes quisieron dejar huellas palpables en
el polvo del mundo y sólo consiguieron ser retratados por alucinados como
Esquilo, el trágico escribidor de fracasos.
Pero el protagonista de esta
historia no se conformó con ser el idiota que expió la necedad de los hombres y
sus padres. Según me contó una vez en una cantina de Yacó, la mañana del año
siete mil ochocientos cuarenta y nueve de su suplicio entendió que los castigos
dejan de tener vigor cuando desaparece el concepto de culpa. Al siguiente día,
cuando el águila llegó, la tomó por el cuello y le arrancó la cabeza, estiró
las cadenas y estas cedieron, se dio cuenta que sus carceleros, los dioses,
habían muerto hacía mucho y a sus reemplazantes les importaba demasiado poco su
suerte. “Siempre estaré solo, lo que sucedió debía ser, pero si algo me quedó
claro es que por ustedes no me vuelvo a echar la responsabilidad”, dijo, y
continuó: “yo fui la prueba fehaciente de que los hombres no merecen confianza,
que al igual que los dioses que detestan, prefieren comer mierda en silencio
monacal que compartir el pan, ese es el gran pecado de su género”. Concluyó.
Tomó dos tragos más de aguardiente y se fue sin decir adiós.
Mesías y ovejas ansiosas por
devorar, Prometeo y la longevidad de la ambición, todo redundando, creándose y
muriendo sin ninguna utilidad práctica. Trata de soñar y de luchar tus sueños,
eso es lo único valioso que puede guardarse un ser para el día en que todo
acabe. De héroes está lleno el cementerio, me recuerda alguien, un pragmático,
de escritores ilustres y sin voz las bibliotecas que nadie visita, añado, de
lugares comunes y discursos repetidos el planeta que más fracasos posee,
manifiesta un profeta. Trata de ser feliz en la oscuridad.
lunes, 15 de abril de 2013
ORACIÓN POR LA PAZ
ORACIÓN
POR LA PAZ
Señor Presidente Mariano
Ospina Pérez:
Bajo el peso de una honda
emoción me dirijo a vuestra excelencia, interpretando el querer y la voluntad
de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta
injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para
la patria.
En todo el día de hoy,
Excelentísimo Señor, la capital de Colombia ha presenciado un espectáculo que
no tiene precedentes en su historia. Gentes que vinieron de todo el país, de todas
las latitudes – de los llanos ardientes y de las frías altiplanicies – han
llegado a congregarse en esta plaza, cuna de nuestras libertades, para expresar
la irrevocable decisión de defender sus derechos. Dos horas hace que la inmensa
multitud desemboca en esta plaza y no se ha escuchado sin embargo, un solo
grito, porque en el fondo de los corazones sólo se escucha el golpe de la
emoción. Durante las grandes tempestades la fuerza subterránea es mucho más
poderosa, y ésta tiene el poder de imponer la paz cuando quienes están
obligados a imponerla no la imponen.
Señor Presidente: aquí no se
oyen aplausos: ¡sólo se ven banderas negras que se agitan!
Señor Presidente: voz que sois
un hombre de universidad debéis comprender de lo que es capaz la disciplina de
un partido, que logra contrariar las leyes de psicología colectiva para recatar
la emoción de un silencio, como el de esta inmensa muchedumbre. Bien
comprendéis que un partido que logra esto, muy fácil podría reaccionar bajo el
estímulo de la legítima defensa. Ninguna colectividad en el mundo ha dado una
demostración superior a la presente. Pero si esta manifestación sucede, es
porque hay algo muy grave y no por triviales razones. Hay un partido de orden
capaz de realizar este acto para evitar que la sangre siga derramándose y para
que las leyes se cumplan, porque ellas son la expresión de la conciencia
general. No me he engañado cuando he dicho que creo en la conciencia del
pueblo, porque éste concepto ha sido ratificado ampliamente en esta demostración,
donde los vítores y los aplausos desaparecen para que sólo se escuche el rumor
emocionado de los millares de banderas negras, que aquí se han traído para
recordar a nuestros hombres villanamente asesinados.
Quienes anegan en sangre el
territorio de la patria, cesarían en su ciega perfidia. Esos espíritus de mala
intención callarían al simple imperio de vuestra voluntad.
Amamos hondamente a esta
nación y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que navegar sobre ríos
de sangre hacia el puerto de su destino
inexorable.
Señor Presidente: en esta
ocasión no reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os pedimos que
nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante propios y
extraños. ¡Os pedimos hechos de paz y civilización!.
Os pedimos que cese la
persecución de las autoridades: así os lo pide esta inmensa muchedumbre.
Os pedimos una pequeña y
grande cosa: que las luchas políticas se desarrollen por los cauces de la
constitucionalidad. No creáis que
nuestra serenidad, esta impresionante serenidad, es cobardía. Nosotros, Señor
Presidente, no somos cobardes. Somos descendientes de los bravos que
aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. ¡Somos capaces de sacrificar
nuestras vidas para salvar la paz y la libertad de Colombia!
Impedid, Señor, la
violencia. Queremos la defensa de la vida humana, que es lo menos que puede
pedir un pueblo. En vez de esta fuerza ciega desatada, debemos aprovechar la
capacidad de trabajo del pueblo para beneficio del progreso de Colombia.
Señor Presidente: nuestra
bandera esta enlutada y esta silenciosa muchedumbre y este grito mudo de
nuestros corazones sólo os reclama: ¡Que nos tratéis a nosotros, a nuestras
esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes, como queráis que os traten a
voz, a vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos y a vuestros bienes!
Os decimos finalmente,
Excelentísimo Señor: bienaventurados los que entienden que las palabras de
concordia y de paz no deben servir para ocultar sentimientos de rencor y de
exterminio. ¡Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de
las palabras la impiedad para los hombres de su pueblo, porque ellos serán
señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!
JORGE ELIÉCER GAITÁN
Como contraposición al
genocidio hacia el Movimiento Gaitanista (iniciado desde 1945, y tras tomar
esta organización del pueblo dimensiones peligrosas para la oligarquía
liberal-conservadora, que optó por la violencia) Jorge Eliécer Gaitán convoca
la fuerza de la presencia popular en las calles y se realiza el 7 de febrero de
1948, una manifestación púbica y nacional llamada la “Marcha del Silencio”,
hecho sin antecedentes en la historia del país, donde expresa su posición en el
discurso conocido como la “Oración por la Paz”, frente a las masacres oficiales
propiciadas por las autoridades bajo el gobierno bipartidista del Presidente en
turno.
lunes, 8 de abril de 2013
QUEMAR LAS NAVES
HISTERIA DE KAUIL
SEMPER
SIMUL SEMPER CARMINA, CATA
QUEMAR
LAS NAVES
DE
DIOS PARA TI:
Busca un motivo posible, una
causa cierta si deseas colgar por el cuello a un hombre que pretende ser bueno.
De nada sirve condenar inocentes a
suplicios que algunos percibirán injustos porque conviertes a los infractores en mártires, tipos a los
que muchos seguirán ciegos y les darás motivos para sentirse con derecho a
exigirte cambios. El universo tiene lógicas
que debes garantizar, umbrales dispuestos para ser cruzados por las élites. A
punta de versos y buenas intenciones muchos de los nuestros han encontrado como
destino la fría cuchilla de la guillotina. A los diosecitos nos condenan la
tibieza de carácter, la pusilanimidad, el cerebro que reverbera sin estrategia.
¿Cuánto tiempo crees que te dará la estupidez para enmendar un error en el
manejo de tu tribu?
Los creadores y creaciones
tenemos debilidades, espacios oscuros desde los que nuestros fantasmas seducen:
el primer trago temprano en la mañana, las tetas descomunales, blancas y llenas
de pecas de aquella compañera que evade mirarte a los ojos, la cuenta en Bahamas en la que religiosamente
consignas el grueso de los sobornos que cobras, las esperanzas de cortarle el
cuello a los dioses viejos que te “regalan consejos” que no solicitaste, (lo
tienes claro, si necesitas escuchar opiniones, las últimas que aceptarás serán
las de un mediocre que pasa los días masturbando sus pensamientos con delirios
de grandeza infundados) el amor y sus malditos influjos... He ahí donde debemos
atacar al enemigo, en sus peros, en las acciones que lanzan su moral a la
cloaca. Mancilla lo mancillado, la debilidad propicia victorias, urde las
prisiones de tus enemigos, no los dejes respirar sin que este acto les recuerde
que están comiéndose el barro no por tu culpa sino por sus increíbles ganas de
hacerte ver mal.
Lincha, asesina, disminuye a
los caídos en desgracia, a los piadosos que pecan porque al hacerlo ya no se
verán tan cándidos. Enséñales la escala de valores que confeccionaste desde el
inicio, las jerarquías, las razas, las índoles, uno es antes que dos, la marcha
victoriosa de los arriesgados cuando degüellan a los que quieren. Has elevado
tu esencia y su mantenimiento es un denodado acto de confianza en ti mismo.
Evidencia que los necesitas menos comparado con cuánto te necesitan ellos a ti,
creador, dador, ejecutor y dueño de sus miserables actuaciones.
Poetas cabrones, varados o
andantes, Nietzsche, la maldita Revolución Francesa, los ateos y los
agnósticos, los que enamoran a ciegas, de todos cuídate porque al patearles el
culo reaccionarán como perros rabiosos, te agradecerán mientras das la espalda
y se cebarán con tu carne apenas te descuides, acuchillarán con fervor, heridos
en su ego. Maledicentes, te venderán como tirano desconociendo el tamaño de sus
peticiones y lo bueno que terminarás otorgándoles gracias a su credulidad. Son desagradecidos, pedigüeños, fehaciente
testimonio de cuán obtuso puedes ser cuando pretendes ser el “mejor tipo del
universo”.
Está la cuestión de mis
reacciones... Provócame y terminarás pudriéndote en un socavón, la fetidez de
un corazón deshonesto, indisciplinado, vil, cubrirá el espectro circundante del
ofensor. De él saldrá la lección, será
chivo que expíe los conatos de rebelión de sus iguales, la inconformidad
de los espíritus educados para recibir solamente. Si vas a enfrentarte con
alguien ten presente siempre el tamaño del contrincante, no seas estúpido ni te
lances al centelleo de la fogata por capricho, mide con inteligencia a tu rival.
A todos les brindo el paraíso, algunos no se sacian con nada y piden más, si
les doy un pan exigen tres, quieren noche al mediodía, ruegan que llueva
después de demandar a gritos un poco de calor. Nada es lo suficientemente bueno
para estos hijos acostumbrados a buscarle cinco patas a los gatos negros.
Ten presente usurparle
apoyos a tus contradictores, usa a sus iguales para hacerles mella. Sabes que
todos tenemos precio y nunca faltará quien haga lo que decretes sólo por
sentirse un poquito importante. Si ladras, los seguidores sentirán confianza y la
emprenderán contra tus enemigos sin escatimar fiereza, entiende que su valor
está en la imitación. Observa cómo se orinan de emoción al recibir de tu parte
una caricia en la cabeza, un halago sin sustento, las gracias por traicionar a
sus hermanos. ¿Crees acaso que lo de Judas
fue un accidente o simple codicia? No. Fue un macabro acto de egoísmo,
quiso sentirse parte de algo ya establecido, las monedas fueron el símbolo de
su espíritu patético, de lo poco que era. A tus hijos no les interesa brillar
sino ser tenidos en cuenta alguna vez, creer que lo que dicen o hacen va a ser reverenciado
y beneficiará al todo, pero tú entiendes que nunca pasará; nada menos
apreciable que la lealtad de un traidor convencido de ser el héroe de la
jornada.
Usa lo que te pertenece, las
personas son una insignificante brizna que demuestra lo inmenso de tu poder,
eres actor, los seguidores herramientas. Sus conceptos son información poco
fiable, jamás los tomes como sustento básico para tomar decisiones, si permites
que una de sus ideas intervenga en tu juicio la perdición de lo que eres estará
finiquitada. Los imperios son construidos por individuos, las masas los
sustentan, esa es una verdad que no admite discusión. Dispón de su avidez para derrotar a quien ose
poner en tela de juicio la dignidad de tu ministerio, altaneros serán si callas
o permites brotes de sublevación.Una infección se controla amputando la parte
afectada no aplicando compresas de agua tibia con un poco de sal.
Cierro esta reflexión
haciendo patente una advertencia: nada tan ofensivo para un diosecito como la arrogancia
de un seguidor que cree tener el derecho de recalcar un porqué cuando la
decisión fue tomada. Lo tuyo no lo objeta nadie, se cumple y ahí acaba la
discusión. Si persiste el capricho de cuestionarlo todo, la crudeza de tus
actos extirpará de raíz la virulencia de una acción estúpida. Tus criaturas son proclives a confabularse
cuando se intuyenheroicas, no des pie para que crean lo que sus cabezas vacías
les dictan en un momento de efervescencia.
Los privilegios son potestad
de los arriesgados y sabes que tus criaturas se cocinan en atávicos temores. No
permitas que eso cambie. La creación debe tener un par de dueños, así ha sido y
será mientras la eternidad nos siga protegiendo.
Necesidad
de amanecer
Cuando más solo te hayas entiendes
que jamás estuviste acompañado realmente. La gente aparece en tu vida, pasa, se
va, en el mejor de los casos te la quitan y el sistema de culpa se traslada a
otra entidad. Los que creíste amigos te traicionan por limosnas, en quienes
confiaste se llevan las manos a la cabeza y te hacen creer que tus reclamos son
infundados: “padeces un desorden mental”, acusan jactanciosos, se disculpan sin
quererlo y te endilgan el rótulo de intransigente, olvidando que también has
tenido la fortuna de desarrollar el sentimiento de pecado cómodo.
Un mañana decides abandonarlo
todo en silencio, encontrarte con ella para amarla y seguir adelante. En el
pasado quedaron todas y cada una de las marrullerías de quienes juraron
respetarte como lo hacían sus dioses, los préstamos que casi nunca honraron,
las ofensas que se cubrían con un “¡ah, no se ponga bravo, venga nos tomamos
una cerveza y no jodemos más!”, las tocaditas de culo y todas las estupideces
que tú mismo permitiste buscando ser el mejor amigo de todo el mundo. Bueno, lo
hecho, hecho estaba y no permitirías que estúpidas nimiedades dañaran el objetivo de entrar purificado al
mundo obsequiado por aquella mujer de luz.
Un día el cielo azul se
cierra y todo en lo que creíste, adorabas y te hacía soñar, queda depositado en
la misma fosa donde la carnalidad de la musa reposará para siempre. Tus hijos
tuvieron nombre pero no existieron en realidad,el hogar se incendió y regalaste
las cenizas, ese espacio de apuesta llamado futuro se llenó de moho mientras se
hundía, las realizaciones pararon en seco y la compañía se convirtió en un
accesorio inútil. Todo lo que en realidad importaba murió. No es patetismo sino rabia la que escribe
estos párrafos, eso lo sé y no importa si alguien se ofende con eso, ser poeta
es apostarle duro al anonimato, así que estas palabras amargas tal vez pasen
desapercibidos o se pierdan en la inminencia del silencio, pero quedará
evidencia.
Las estructuras de mi mundo
colapsaron. Cada cual se quitó el antifaz y salió corriendo. Ante la evidencia
decidí comerme la rabia, alimentarla, hacerla crecer porque dispuse no
enfrentarme con los vasallos que hicieron la tarea de mortificación sino con
quien la asignó. Una lucha se avecina y es la venganza la que todo lo motiva,
la que ha hecho florecer no lo peor sino lo que de verdad he sido siempre y no
me atreví a ver. Preparo cuerpo, alma, razón, escrúpulos; lo sucedido sentó un
precedente nefasto que quiero lanzar por los aires. Las voces que solicitan
cordura dictan sentencia sumaria cuando quieren entender que blasfemo:
-¡Con los dioses nadie se
mete!-gritan enloquecidas tras los árboles.
-¿Por qué no se
puede?-pregunto.
-Ellos crearon todo y todo
lo pueden. Si no estás contento con sus decisiones es porque eres arrogante. Trata
de buscar paz, resígnate, déjala descansar.
-No es por ella, es por
mí-les digo exaltado. Y prosigo:-Al menos una explicación creo merecer. Todo lo
siento como un capricho de alguien que quiso dejarnos claro que hasta para ser
feliz se debe pedir permiso. Paraíso, un concepto que no creo merecer, así como
no creo merecer el infierno, la ausencia, el eterno trepidar de mi voz en las
paredes.
-¡Blasfemas!
-Exigir mi derecho no es
blasfemar. Además estoy advirtiendo las cosas con tiempo, que se vaya
preparando... Somos una copia de los dioses, tan imperfectos como ellos, llenos
de resentimiento como ellos, pusilánimes como ellos… No creo intimidarlo, esa
es mi ventaja cuando lo aborde y busque arreglar cuentas…No va a saber de dónde
fue lanzada la primera estocada.
-Nada de lo que planeas la
revivirá, es un acto inútil tratar de mermar la resistencia de un ente
todopoderoso-exclaman con pesar.
-A ella déjenla fuera, no
nombren a alguien que empezaron a olvidar. Sé que no se levantará del sepulcro,
pero esta batalla es por salvar lo que queda de mi alma, es un simple acto de dignidad
cuya esencia es el respeto a mí mismo. No puedo valorar de manera simplista lo
que este tipo de diosecitos le dan a unos pocos y le quitan a la mayoría, los
beneficios deben darse sin condiciones y él y los de su casta piden sumisión
como cuota para otorgar privilegios. Yo con eso no comulgo.
-Has lo que quieras, poeta.
-Eso lo tengo claro desde
que ella se fue.
Desafío. Una palabra que
tiene poder para aquellos que no tenemos mucho que derrochar. Hasta las ruinas
pueden incendiarse si el objetivo es hacerlo desaparecer todo en el fuego que
purifica. Y eso es lo que está latente en mi mensaje: la limpieza del alma a
través de la justicia que ni los hombres ni los dioses me darán. Yo mismo busco
lo que necesito, los cazadores de la antigüedad, por más crédulos que fueran,
no obtenían sus presas con sólo implorar a las deidades del bosque, sus
travesías duraban días, el sudor, la sangre y sobre todo el estímulo del hambre
los hacían sobreponerse a la rudeza de natura. Lo mejor de todo es que ganaban
conocimiento de ellos mismos, confianza, perdían el miedo y es eso lo que me
motiva, conocerme a través del enfrentamiento, mirarme a los ojos y encontrar
al hombre gris que custodia una lápida que se empieza a comerse el tiempo.
Lograr el azul del cielo en
las pupilas de la muerte, enfrentar a ese diosecito al que le temo con
altanería.Sólo una respuesta estoy pidiendo, que se pronuncie y me aclare lo
que otros quieren explicarme sin saber: ¿qué gané al quedarme sin ella?
Necesito amanecer una vez más. No confronto con arrogancia, voy a la fuente, no
gano nada queriendo acabar con un dios destrozándole la vida a sus seguidores,
simplemente no puedo avanzar si la verdad no me toca el corazón, los silencios
azotan mi alma y la disminuyen, me siento viejo, cansado y eso raya en lo
ofensivo. Dios existe, de eso estoy seguro, respeto ese axioma, lo que no
tolero es que un diosecito de tercera categoría se guarde lo que es mío, lo que
merezco, por eso voy a la guerra.
Tengo definida mi
estrategia. No creeré en términos de paz que emita el diosecito porque para él,
ese escenario significa avivar la confrontación bajo la mesa, en la batalla
hipócrita nadie piensa y eso es lo que necesita, sin cuestionamientos puede implantar su voluntad, cada capricho
que se le ocurra será una orden cuando la confusión reine. No asumo la libertad
que confunde, que hace zozobrar el sentido común y motiva el conformismo.
Sublevarse es una obligación cuando la autoridad se transforma en
autoritarismo. No hay espacio para rendiciones mientras esté en juego mi alma.
Victoria o muerte, mantra que repito mientras llueve fuego sobre la historia.
“La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo”,escribió Nietzsche, probado verdugo de
dioses y estoy de acuerdo con él. Todos los días pulo el espíritu en aguas de
descontrol, no me mido, no escatimo, no me conformo, porque conformarse es
asumir que no puedo hacer nada más. Los recuerdos son en el fondo compromisos
que adquirimos sin saberlo y los que yo forjé con ella, tienen la virtud de lo indeleble y sólo la
muerte puede llevarme a no cumplirlos. Lucho contra una esencia que creo
empezar a conocer, sus obras la desenmascaran, sus omisiones confirman los
flancos que deja expuestos inconscientemente, porque nada es perfecto, ni siquiera quienes
asumen serlo por acto de herencia, dignidad o compromiso. El miedo es el
combustible que mueve los cimientos del espíritu o los calcina, en poco tiempo
se develará cuál de los dos senderos tomará este poeta alucinado por la ira.
lunes, 1 de abril de 2013
CIENCIA FICCIÓN
CIENCIA FICCIÓN
Oliver Barona, Celaya, México
-¡No permitiremos que la corrupción empañe la
visión que se tiene en el extranjero de nuestro país! –decía fervientemente
Ernesto Barreda Miramón, jefe de la contraloría de Ciudad Principal de la
nación del Tequila y el Mariachi, en el canal seis de la televisora americana,
justamente cuando en la competencia se mostraba un video donde recibía
quinientos mil dólares para conseguir el permiso para un pequeño hotel en el
centro de la playa que le pertenece a los japoneses.
-Permítame mostrarle una imagen que nos acaba
de llegar –le dijo el titular del noticiario de las diez. Barreda se quedó tan
pasmado que tardó más de dos segundos en recuperar su pose de político
perfecto, esbozó una sonrisa sin poder ocultar la sangre subida a su cara, esa
por la que tantos proyectos se le habían venido abajo y pronunció la más grave
sentencia hacía el innombrable:
-¡Esto es obra de gobernación!, intentan
poner fin a la prometedora carrera de mi jefe aniquilando a sus cabezas. Es
increíble hasta donde hemos podido llegar. El partido de las manos cortadas ha
lanzado una cruzada en nuestra contra. Sí, eso es lo que está sucediendo. ¿En
qué tipo de país estamos viviendo?, la presidencia utiliza medios federales
para atacar a los políticos trabajadores que intentamos darle vida a una nación
podrida de corrupción. Es hora de que todos nos unamos y gritemos a viva voz
nuestra verdad; no podemos mantener la credibilidad en los votantes si se juega
de una manera tan sucia. ¿Quién crees que paga todo este numerito montado?,
pues el pueblo, únicamente ellos son los que a cada escándalo pierden la
capacidad de compra. ¿No se supone que íbamos a crecer al siete por ciento
anual? Ahí están las mentiras de este gobierno federal ahogado en la inmundicia
de los golpes bajos y absurdos.
-Lo que usted quiere decir es que este video
es una farsa, me imagino, porque yo lo veo a usted claramente recibiendo el
dinero –le dijo el locutor envalentonado por la gravedad de la noticia, a lo
que Barreda contestó con otra diatriba para el gobierno federal y cualquier
persona que se acercara a ellos.
Al enterarse de la noticia, Demóstenes Santa
Magón, el gobernador de Ciudad Principal del país del tequila adulterado y el
mariachi con armónica, rompió en los sollozos habituales de las seis de la
mañana. Como todos los días, juró por la memoria de nuestra santa patria, que
el mundo entero se había volcado en su contra. Despidió a Barreda pidiéndole
que le entregara a su chofer la parte del botín conseguido y le aseguró una
plaza en el gabinete federal pasados tres años. Para Demóstenes, los juegos
sucios eran cosa de su pasado. Él había pertenecido al partido eterno de la
revolución tequilera, donde la política era el arte de comer mierda sin hacer
gestos. El video incriminador no le afectaba la popularidad conseguida a fuerza
de cemento bien empleado. Era el candidato favorito para ganar las lejanas
elecciones, se había convertido en el “inigualable menos peor de los
candidateables”. Su más cercana competidora era justamente la esposa del
innombrable, poca cosa para el partido del olvido comunista, quienes en la
sangre de sus compañeros asesinados cimentaban sus esperanzas para dejar de ser
el único partido importante en no obtener la presidencia una sola vez.
En la oficina del secretario de gobernación
de la nación del tequila adulterado, agave pasado y mariachi con armónica,
desafinado; estaba Asesino uno, escuchando la llamada telefónica entre el
secretario y el innombrable.
-Si jefe, ya entregamos los demás videos,
ahora si el partido del olvido comunista estará completamente aniquilado.
¿Entonces qué jefe?, ¿si me va a dejar ser su seguro sucesor? Carajo, este
cabrón me volvió a colgar –le dijo a Asesino Uno. –Éste cabrón cree que me
puede hacer su pendejo toda la vida. Yo hago todo su pinche trabajo sucio y resulta
que para ser presidente en este pinche país hay que dar las nalgas. Mira, yo te
pensaba contratar para asesinar al pinche tartamudo, pero estoy pensando que
sería más fácil si al que matamos es al innombrable. Le echamos la culpa a los
pendejos del partido del olvido comunista y me voy derechito a la grande. No le
vayas a contar a nadie, pero una vez ya me senté en ella y de veras está bien
rica.
-Pero, ¿y yo como voy hacerle para acercarme
a él? y menos ahora que las cosas están tan calientes, no voy a poder salir
libre de ésta y yo no quiero convertirme en una réplica de mi mismo como le
sucedió al que mató al candidato del partido eterno de la revolución tequilera
–dijo preocupado Asesino Uno.
-No seas maricón –le contestó el secretario
de gobernación, mientras asesino Dos trataba de solucionar el problema de audio
de la cámara escondida para Asesino Uno.
Llegaron a montones los videos incriminadores
de todos los partidos, a excepción de los del partido de las manos cortadas, ya
que los demás partidos apenas los estaban fabricando. Incluso hasta a los niños
de la primaria que jugaban a gobernar el mundo les llegaron sus
incriminaciones. En el país del tequila adulterado, agave pasado, importado y
el mariachi con armónica, desafinado, borracho; no importaba si el protagonista
de las cintas era culpable o inocente, si aparecía en cualquier noticiario
entonces era un corrupto empedernido. Muchos ni siquiera recibían el dinero de
los múltiples sobornos, incluso hubo uno que recriminó al sobornador pidiéndole
que hiciera sus operaciones de manera correcta. Aun así, él, como todos, fue
despedido de su partido y su cargo. Poco a poco el gobierno se fue quedando sin
gobernantes.
Inocencio PocoTiempo, un adolescente que
aspiraba a ser algún día el innombrable del futuro, tomaba nota de los
acontecimientos. Al no tener cámara, logró que el presidente de la mesa
directiva le cediera el puesto a golpes. Soñaba todos los días en poder llegar
a la presidencia. Aunque agresivo por naturaleza, le interesaba en verdad cambiar
a la sociedad. Escuchaba diatribas y panegíricos por igual tomando de ellos lo
que creía correcto. Era uno de esos especímenes de nuestro pueblo que en verdad
quería luchar por su pueblo y lo hacía. No soportaba la corrupción y comenzó
una lucha sin tregua para aniquilarla. Iba a las dependencias gubernamentales,
sobornaba a quien se dejara y gritaba a viva voz que tal por cual era un paria
de la sociedad, para después llevar una grabación al noticiero que le quedara
más cerca. Lo que nunca comprendió es porque había tantos videos y audios sobre
el mismo tema en la televisión, pero los que él llevaba con sus propias manos
nunca eran exhibidos y eso que en los suyos si se escuchaba el delito
claramente. Aún así no se desesperó y tomó partido, el del olvido comunista.
Curiosamente a partir de ese día, ya con cámara, todos sus videos fueron
transmitidos por televisión nacional.
Asesino Uno asistió como invitado especial a
una cena de la fundación Vamos país del tequila adulterado, de agave pasado,
exportado, rebajado y del mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro;
donde se encontraría el innombrable. Tomó la copa y espero su arribo. Por fin
llegó y pronunció su discurso:
-Hemos limpiado de alicatas el chiquero. Nos
costó trabajo pero lo hemos logrado. Hemos desinfectado a este país de todas
las ratas de dos patas y lo hemos hecho rápido. Hemos asegurado seis años de
permanencia en el poder de la familia innombrable y como todos ustedes son unos
borregos que ni siquiera están poniendo atención a las pendejadas que estoy
diciendo, entonces ni se dan cuenta. Ya cuando sientan a la innombrable se van
a percatar de su inutilidad. Les dimos con la bota en el trasero y siguen sin
ponerme atención. Si vieran la cara de idiotas que tienen todos sonriéndome y alabándome
mientras yo me los estoy chingando –esto lo dijo muy fuerte y algunas personas
del público reaccionaron, él continuó –hemos logrado fortalecer al partido de
las manos cortadas por los medios más honrosos posibles.
Asesino Uno fue el único quien se dio cuenta
del agraviante discurso del innombrable y hasta sintió gusto por el acto que
estaba por realizar. Esperó a la serie de abrazos acostumbrados para felicitar
al jefe por las sabias palabras pronunciadas y al llegar su turno puso la
pistola en la sien del innombrable y frío, jaló el gatillo. Se escuchó el
estruendo y los guardias pronto dejaron a Asesino Uno irreconocible. Mientras,
Asesino Dos tomaba un avión a Europa con el dinero que le había dado el
innombrable para salvar su vida. Pronto el jefe de la nación del tequila
adulterado, de agave pasado, importado, rebajado, con refresco de toronja sin
gas y el mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras;
explicaba al teleauditorio lo sucedido.
-Estimados mexicanos grandes y mexicanos
pequeños, hoy sufrí un atentado por parte de un grupo, para el cual, su único
interés es desestabilizar a nuestro país. Por medio de mi muerte intentaban
destruir todos los resultados obtenidos por el trabajo arduo y esmerado de esta
administración. Por fortuna, un mexicano grande, honesto como toda la gente de
este hermoso pueblo, me ha puesto sobre aviso y le ha cambiado los mortales
proyectiles al arma por simples balas de salva. Así es, mi salvador era amigo
íntimo de mi asesino, pero fue más fuerte su amor por la patria que su interés
por el bienestar de este individuo. Alegrémonos todos, éste deberá ser un día
de fiesta y no de tristeza. Hoy hemos desarticulado a una banda de asesinos
mochando la cabeza -.Así habló el innombrable con el mejor uso de su limitado
léxico, sabiendo que la población pone mucha atención a lo que sucede en la
televisión. Llamó en secreto a su secretario de gobernación, le informó como
habían sucedido las cosas, le ratifico en el cargo y le prometió que sería el
jefe de campaña de la próxima innombrable.
-Yo creí que ya le habían caído en la tranza
–le dijo Inocencio PocoTiempo a Demóstenes Santa Magón en broma.
-Y yo creí que te iba a apoyar en tu pluri
–contestó –es hora de que conozcas como se trabaja en la política mexicana.
Estos trucos me los aprendí cuando estaba en la revolución tequilera. Número
uno: la ingenuidad es la mayor de las virtudes, Inocencio. No importa lo que
suceda a tu alrededor, en este pueblo es mejor ser pendejo a ser corrupto,
sino, mira al innombrable. Número dos: No importa lo que suceda, mientras las
chivas ganen, o mejor dicho, el América pierda, a la gente se le va a olvidar
cualquier suceso, sin importar cuánto se hayan robado. Y por último, y más
importante de todos, y en el cuál estás más frito que Barreda: nunca digas que
te quieres convertir en el innombrable, si así ya me quieren matar, ahora
imagínate como me iría si fueran congruentes mis discursos con mis
aspiraciones.
Inocencio CadavezmenosTiempo escuchaba con
atención mientras su corazón sentía como todas sus ilusiones morían. Como
cualquier adolescente de amplias aspiraciones, creía en poder convertir al país
del tequila adulterado, de agave pasado, importado, rebajado, con refresco de
toronja sin gas, rasposo y el mariachi con armónica, desafinado, borracho,
caro, sin guitarras y menos violines; en México, la legendaria nación que
caminaba erguida al saberse el ombligo de la luna. Quería poesía en su gente,
encontraba en sus habituales paseos por el parque miles de tonalidades de verde,
hasta que Demóstenes le mostró la que más le gustaba y le llevó a su mamá sólo
cien de los setecientos que le habían dado “para que te vayas acostumbrando” le
dijeron.
-¡Eeeesta noche, le deformamos la noticia!,
decía el locutor del canal ocho. Barreda ha sido encontrado. El exjefe de la
contraloría de Ciudad Principal fue hallado no me va a creer donde: ¡en un
orfanato! se cree que intentaba ocultarse en algún sitio donde las autoridades
nunca se les ocurriría buscar, nunca se imaginó que el innombrable deseara
tener un hijo más. Escuchemos al presunto y obvio culpable en vivo:
-Es claro que el dinero fue entregado a esta
institución, a donde vine a esconderme porque seguramente ellos tendrían la
caridad de recibirme.
-Pero la Madre Superiora dice que usted amagó
a todas las monjas para poder permanecer dentro de esta institución –dijo el
entrevistador.
-Era sólo un juego
-¿Y él dinero? Ellas dicen nunca haber
recibido nada.
-Pues mire… -y mientras los policías
festejaban el arresto mandando saludos a sus familias por medio de la cámara,
Barreda emprendió la huída sin que nunca pudiera ser localizado. Mientras
algunos decían que se encontraba en Las Vegas, otros decían que había escrito
un libro sobre el movimiento guerrillero-literario de un estado del sur y, que
por medio de metáforas, se había escondido en lo más recóndito de su casa en
cierta zona residencial.
-Próxima innombrable –decía el innombrable –
¿qué ya no me quieres? ¿Por qué ya no me das besitos?, en serio, ¿Ya no me
quieres?
-Eres un idiota, por tu culpa iba a perder
las próximas elecciones, afortunadamente se me ocurrió la idea de los videos,
porque si por ti fuera, ya estaríamos perdidos todos los del partido.
-No tenías que hacer esto, mira, el próximo
año vamos a crecer al siete por ciento, no te digo que en quince, pero en
veinte minutos voy a acabar con el problema del movimiento
guerrillero-literario, y voy a aumentar la capacidad de compra de todos los mexicanos
los grandotes y los chiquitos –dijo con lágrimas en los ojos y el corazón en la
mano.
-Ya déjate de lloriqueos, necesito que mañana
vayas a un evento de la fundación Vamos país del tequila adulterado, de agave
pasado, importado, rebajado, con refresco de toronja sin gas, rasposo, sin
añejar y el mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras,
menos violines, botonadura de plástico; es importante para quitar la mala
imagen que gracias a tus incompetencias tenemos -dijo la innombrable con un
látigo con punta de pata de gallo.
Demóstenes lloraba en su cuarto, se daba
cuenta como había corrompido a un joven con esperanzas, con sueños puros como
los había tenido él hacía muchos años. “Pero él ya golpeaba a sus compañeros en
la escuela para obtener poder” pensaba tratando de justificar su acto “si no
hubiera sido yo, otro le hubiera entregado menos dólares y el resultado sería
verlo de candidato contrincante en el futuro, hice bien” Y así terminó de
romper el dique que le impedía soltar toda la desesperación que le causaba su
situación. Hacía muchos años, a él también lo habían comprado, no habían sido
dólares, sino promesas como se hacía anteriormente –ahora los jóvenes ya no se
creían de nada –Las promesas fueron cumplidas pero a golpe de tortura ajena, de
matar al Demóstenes honesto, “tengo que aprender el sistema para poder
cambiarlo cuándo llegue al máximo nivel” se decía ingenuamente, pero ahora que
estaba a punto de llegar tenía tantas deudas, tantos favores para pagar, que
era imposible salir impoluto de tanta mierda. Él no quería convertirse en el
nuevo abuelo del partido del olvido comunista, así que se olvidó de su moral y
utilizó a su nuevo alumno como un paliativo que esperaba no utilizar. El plan
era sencillo, en caso de perder las próximas elecciones, haría que Inocencio
YacasinadadeTiempo, con su tremendo carisma, rompiera fingidamente con él y
llegara a ser el innombrable para el siguiente lapso de poder absoluto. Esta
práctica había sido utilizada desde tiempos inmemorables por el partido de la
eterna revolución tequilera y cada vez había tenido gran éxito. Así que
inmediatamente comenzó su plan teniendo tal aceptación que a los pocos meses de
darle gran fuerza a Inocencio como el gran liberador del país –algunos hasta
les hubiera gustado como innombrable para este periodo, pero no cumplía con la
edad –de tal manera que se olvidaron de él, lo que le aseguraba su triunfo y la
continuidad de un nuevo maximato. ¡Miel sobre hojuelas para el olvido
comunista!
-Necesito que regrese de su viajecito y
cumpla algunas de las órdenes que me dieron y son de verdadera urgencia –le
dijo el innombrable por teléfono a Asesino Dos, quien pensaba en jamás
regresar, pero las maletas llenas de dinero y la promesa notariada de que nunca
sería filmado en ninguna de sus actividades lo convencieron.
- Pero, ¿no cree que matar a Inocencio es
demasiado duro?, podría revertírsele y todos perdemos.
-Tú quédate callado y realiza tu trabajo. Yo
tengo plena confianza en la astucia de la innombrable… perdón, en mi sabiduría
política.
-¡Eeeesta noche le deformamos la noticia de
nuevo! –Anunciaba el noticiero del ocho -Inocencio SinTiempo, el nuevo caudillo
del partido de olvido comunista murió asesinado hace unos minutos. Todo indica
que fueron algunos miembros de su propio partido los que cometieron el ultraje.
La cacha de la pistola que se encontró tenía una calcomanía de su partido y
había propaganda para la votación de Demóstenes Santa Magón. Pero veamos qué es
lo que dice el propio Demóstenes.
-Es absurdo que digan que fuimos nosotros, es
obvio que todas estas supuestas pruebas fueron plantadas. Estoy demasiado
consternado para seguir con la entrevista, pero si quiero decir algo, y que
quede muy en claro, las elecciones son en quince días y recuerden que: ¡yo soy
el rayo sagrado del sol!
-Curiosas declaraciones de quien hace unos
momentos iba en lo más alto de las encuestas y ha caído estrepitosamente. Pero
vayamos con nuestro reportero que se encuentra en estos momentos con el
innombrable
-Estoy aquí montando la guardia de honor por
un cuadro de un partido contrario al nuestro que parece que pensaba
honradamente, al igual que nosotros, ya que parece que sus propios compañeros
no lo tenían en muy alta estima.
Después de dos años de gobierno, la
innombrable reinstauró la reelección en el país del tequila adulterado, de
agave pasado, importado, rebajado, con refresco de toronja sin gas, rasposo,
sin añejar, provocador de cirrosis colectiva y el mariachi con armónica,
desafinado, borracho, caro, sin guitarras, menos violines, botonadura de
plástico y cantando las eternas golondrinas.
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