EL CIEGO
Por: Javier
Barrera Lugo
Perpetuo rumor a
través del cual los ojos ciegos buscan fantasmagorías
Olores después
del sexo redundan en las hendiduras de un bosque
Acostumbrado a engullirse
necios hijos dispuestos a pecar por perversión o virtud.
Duro peregrinar
a través de un corazón que asumimos amante
y pregona el amor
Aunque en la
realidad es el principal instigador de la muerte como paliativo
Semejando un
anuncio de agonía perenne alimentada por el sadismo.
A fuego lento
se cocinan las entrañas del insomne
Con tesón de minero los recuerdos
Mellan las
ganas de morir de quienes sufren de
quienes gozan la penitencia:
perderse en
ensoñaciones de hermoso rostro y con escrúpulos a medio construir.
En algún lugar
de la memoria los niños tienen alas de fuego fuman reniegan
Se inventan los
nombres de las abuelas que pelearon trinchera a trinchera
La dignidad de
un reino cuya crapulencia naufragó en el rubor de una decente meretriz.
Amnesia es un disfrute
para canallas y estúpidos atacados por la nostalgia.
Toda piel que
ha pasado por las yemas de sus dedos es en sí carnalidad de lo lóbrego
La de los hijos
muertos cada vez más silente más
fría
Dermis eterna
en sus memorias aparecen voces en las
cuencas apagadas
Y es incapaz
hasta de legarle a las lágrimas un color
una textura que sepa a vida
Ya ella es el
sonido del mar en su encuentro con una isla desierta.
Evoca el ciego
las tinieblas, su complicidad
Un rumor de
hojas que la brisa fecunda es esa
madre
Que llega desde
el calor de Estigia para preparar limonada y consolarse consolando;
Doncella tibia
apenas envejeciendo a un paso de la
putrefacción viva aún.
Su evocación huele
a ropa planchada Su dueño la empaca en una bolsa de fieltro
Mientras ella
llora al amante en pie de fuga La errancia es maldición su maldición.
Besar la boca
muerta de una amante sin dueño así los ojos se cierren por el cansancio
El ciego no es
capaz de cubrir con tierra al muerto que acaba de triturar a golpes
Abandono es un
acto indigno el resultado de un
sorteo macabro
Que el porvenir
clava bajo las uñas para que el sufrimiento
Tenga rostro y
engañe al huésped haciéndole creer
Alguna de las
falacias en las que se apoyan burgueses valores.
Ya vendrán días
de asueto cuando la muerte pase factura
Fija la mirada
en un punto que no representa nada que
nada es
Salvo la letra
que mancilla el relato del tiempo en la eternidad.
Lo que alguna
vez fue no ocurrirá dos veces muere
la madre muere el amor
Palpa la
suciedad el silencio pero el ciego no será capaz de dispararse en
la cabeza
La valentía no
es un asunto que considere la salvia
la bilis de su universo.
Totalidad es
una parte marginal del universo que los dioses se esquilan entre sí
Nada importante
se olvida a consciencia Solo nublan las reminiscencias
Los apetitos de
un cerebro enfermo el hambre
desbordada de la demencia
O la extinción
del deseo que envuelve el cuello de las circunstancias hasta el ahogo.
Ya habrá otro
tiempo estúpido ciego prisionero de
la locura
Volverá a salir
el sol y solo en ese momento entenderás que nada importa en realidad.