FELIZ DÍA INTERNACIONAL DEL TRABAJO
POR: MUNEVAR
CARLOS EDUARDO RODRÍGUEZ
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Imagen:
T. de Thulstrup /@Bettman
Chicago –
1.886
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Al igual
que otras fechas marcadas en el calendario como festivas, la conmemoración del
día del trabajo sustenta su historia en mártires, seres humanos que entregaron
su vida por la lucha justa de ideales y derechos, en este caso, nos remontamos
al 4 de mayo de 1.886 a
la ciudad de Chicago (Estados Unidos), donde días atrás se llevaban a cabo diversas
huelgas y protestas exigiendo la reivindicación de una jornada laboral de ocho
horas. Ese 4 de mayo durante una manisfetación pacifica, en momentos en que la
policía intentaba reprimirla de manera violenta se presento una revuelta que
desencadeno la captura y juicio de ocho trabajadores considerados anarquistas, juicio,
que años después fue considerado ilegitimo y malintencionado. Cinco de estos
trabajadores fueron condenados a muerte, uno de ellos se quitó la vida antes de
hacerse efectiva la sentencia, y los tres restantes sentenciados a varios años
de prisión y trabajos forzados
El Congreso
Obrero Socialista celebrado en Paris en 1.889, denominó a estos trabajadores
los “Mártires de Chicago”, y como homenaje póstumo instituyo el Día
Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo, fecha adoptada por la mayoría de países en el
mundo, a excepción de algunos, como Estados Unidos que en su lugar celebra el
“Labor Day” el primer lunes de septiembre desde el año de 1.882.
Volviendo
a nuestro entorno social actual, al analizar las condiciones laborales hoy en
día vemos como muchos de los derechos laborales conseguidos por nuestros
antecesores se han ido perdiendo poco a poco. Inclusive la jornada laboral de
ocho horas, que como veíamos históricamente fue el origen de esta
conmemoración, en Colombia esta desdibujada totalmente, las empresas manejan
turnos de trabajo a su antojo, firman contratos laborales desconociendo horas
extras y días festivos, y el fenómeno de la tercerización en las industrias
colombianas ha traído consigo la aparición de las Cooperativas de Trabajo
Asociado y Empresas Temporales, las cuales no brindan ningún tipo de seguridad
laboral al trabajador, ya que manejan Contratos a Termino Fijo, Prestación de
Servicios, Obra o Labor entre otros.
Esta
tercerización también ha afectado las prestaciones sociales de los trabajadores,
dado que esta modalidad la constituyen tipos de contratos que en la mayoría de
casos no obligan al empleador al reconocimiento de estos pagos, dejando al
trabajador sin seguridad laboral, sin la posibilidad de una pensión de vejez, y
en el caso de perder su empleo, sin una liquidación que le permita llevar una
vida digna mientras consigue otro trabajo.
Por este
motivo el gobierno se ve obligado igualmente a presentar proyectos de reforma
laboral en materia de pensiones que incluyan más semanas de cotización
imponiendo así una edad de jubilación más lejana que la actual, dado que los
Fondos de Pensiones corren riesgos en su sostenibilidad futura en razón a la
disminución de trabajadores que aporten al Sistema General de Pensiones.
De la
misma forma el Gobierno al cierre del mes de Abril de 2.012, celebra la
disminución del desempleo en nuestro país en los últimos meses, pero los
estudios han alertado que esa disminución no ha sido fruto de la creación de
nuevos puestos de trabajo, sino por el contrario, los desempleados al no
encontrar oportunidades laborales han optado por la informalidad y el trabajo
independiente.
Si bien
también se ha mostrado que la economía del país ha crecido, está no es
directamente proporcional a la creación de nuevos puestos de trabajo, ni
tampoco en una ganancia equitativa para todos los estratos sociales, por el
contrario se ha comprobado que esta ganancia esta concentrada en unos pocos,
corroborando la frase de que los ricos son cada vez más ricos, y los pobres
cada vez más pobres.
Más
grave aun la indiferencia social que va en aumento, si bien a finales del Siglo
XIX, y comienzos del Siglo XX, se llevaron a cabo grandes movimientos sociales
que fueron la base de grandes logros de equidad y justicia social, poco a poco
estos se han ido perdiendo ante la impávida mirada de una sociedad que se
acostumbro a la resignación y a la defensa de los intereses individuales y no
los comunes; se ha llegado a un punto en el cual el ser humano basa su
filosofía en el: “Si a mi no me afecta no me importa”.
La
corrupción gubernamental, la corrupción sindical, y la resignación e
indiferencia social han generado la realidad actual. Muchos líderes han surgido
con la convicción de una lucha por el interés común, lideres honestos, limpios
y transparentes, cuya lucha ha sido en vano por esa misma indiferencia, y
también porque sus voces han sido acalladas por aquellos que a toda costa
evitan una justa equidad social.
Mientras
la sociedad no se preocupe por educarse, por entender su entorno y las
condiciones actuales en las que vive, seguirá siendo compuesta tristemente por
“idiotas útiles” al servicio de unos pocos que solo piensan en el bienestar
propio y en el aumento de la riqueza personal.
Olvidar
nuestro pasado, las gestas y el sacrificio de muchos que consiguieron a través
de sus luchas grandes logros sociales, nos llevara ha seguir cediendo
libertades y entregando el derecho que tiene todo ser humano de un trabajo
digno, y remunerado justamente.