María Paz
Ruiz, nacida en Bogotá, decidió que las fronteras físicas y mentales no iban
con ella. Desde hace unos años, cuando estudiaba periodismo, las señales de la
vida (los que algunos neciamente llamamos destino) la llevaron hasta la vieja
España, tan paradójica como esta aldea a la cual vuelve a acercarse. Desde allí
ha cimentado una meritoria carrera como escritora, cultora de imágenes hechas
símbolos y un millar de vivencias.
María
Paz, tuvo la deferencia de contestar un cuestionario que IDIOTA INÜTIL,
entrega a sus lectores. En esta entrevista nos cuenta sus vivencias, da puntos
de vista respecto al relato corto, del cual es referente y además entrega
pormenores respecto a su más reciente novela, "Soledad, una colombiana en Madrid", lanzada
en la más reciente Feria del libro de Bogotá.
1.
¿Qué la llevó a convertirse en escritora, cuál fue ese evento de vida que
activó el mecanismo que le dio rienda suelta a las palabras en su interior?
No
recuerdo ningún evento en especial que detonara mi vena literaria. Desde niña
escribo. Y supongo que lo que puede hacerse con una vocación es irla puliendo,
perfeccionando, adorando.
2.
¿Cuáles son sus influencias literarias?
Esta
respuesta siempre varía con respecto al día en que me la hacen. Leo a
diferentes autores, y cada uno de los grandes me deja diferentes cicatrices. Es
verdad que en esto puedo añadir que hay autores que se descifran mejor con la
edad; es incomprensible que me hicieran leer a Truman Capote con catorce años;
autor que disfruté con locura después. Me gusta descubrir autoras nuevas, ya
sean de narrativa, de cómic o de mi microrrelato. En mi biblioteca encuentras
más de mil libros, en ediciones nuevas, ediciones polvorientas y ediciones de
cartón. Si empezara a citar, no terminaría nunca.
3.
¿Por qué esa visible propensión a los extremos narrativos, el microrrelato y la
novela?
Esta
pregunta tiene una respuesta graciosa. Empecé a escribir novelas en un acto
casi inconsciente, sin que nadie me dijera que era posible publicarlas. Quería
trabajar en un texto que me diera vida, que fuera un empleo para mí, que fuera
un compromiso con la ficción. Así nacieron las primeras palabras de "Soledad, una colombiana en
Madrid". Cuando la terminé, los críticos estuvieron de acuerdo
en sentenciar que la obra necesitaba una poda general. Y hubo uno, a quien
recordaré siempre, que escribió que yo sufría de incontinencia literaria.
Reaccioné en 2009 cuando decidí escribir ficciones cortas, microrrelatos; aunque
por aquel entonces ni siquiera sabía cómo se llamaban.
4.
¿El microrrelato es una nueva vertiente narrativa que simplifica las historias
o adapta las mismas a las realidades de comunicación actuales, a la inmediatez,
a la insustancialidad de los mensajes?
No estoy
de acuerdo en que simplifica las historias. Lo que ocurre en un microrrelato no
es simple, es sugerente. Es un género más exigente con el lector, en ese
sentido puede parecerse al cómic, porque se nutre de su imaginación para
completar y encadenar la acción. Puede que sea más inmediato, pero esto tampoco
es una condición presente en toda la microficción. Lo de insustancial tampoco
me parece acertado, porque al tratarse de microliteratura, ni la temática ni su
desarrollo son obvios. Es fragmentario, rápido, con múltiples lecturas, con
giros que se perciben si se conoce el contexto. Es un género más lúdico, y
hasta puede caer, en ciertos casos, en literatura para iniciados.
5.
¿Quiénes son los referentes actuales del microrrelato?
En
Argentina está Ana María Shúa, respetada y ampliamente publicada. En México
está Alberto Chimal, y en España hay ya muchos autores y autoras que se dedican
a esto. En la reunión nacional de microrrelatistas españoles alcanzamos a
juntarnos casi cuarenta autores. Autores que se presentan más por el título de
su blog que por sus libros. A mí me llaman la cronopia, por el “Diario de una cronopia”, mi
blog. Podría decirse que el autor de minificción tiene otra forma de estar en
el mundo; es un mortal virtual, un lector de ordenador, un cliente que descarga
libros y que abre convocatorias a diario por Internet. Es un mundo entretenido,
sin duda.
6.
Cuéntenos acerca de su más reciente novela "Soledad, una colombiana en
Madrid" cuyo
lanzamiento tuvo lugar en la reciente Feria del libro de Bogotá.
La novela
fue presentada por el escritor Mario Mendoza en un auditorio rebosante de
oyentes en Bogotá. Celebro que todo con este libro traiga buenas noticias. No
solo se ha vendido bien, además ha traído lectores comprometidos que me buscan
para decirme lo que les ha dejado el libro. Es estimulante saber que detrás de
mi trabajo como narradora hay un trabajo extra como redimensionadora (sic) del
mundo en mis lectores. Si el mundo fuese perfecto, la literatura no existiría.
Y mi novela no parte desde posiciones cómodas, más bien es un libro de una
mujer que no deja de hacerse preguntas, que nunca termina de cuestionarse, de
examinarse y de reírse de sí misma. Soledad, es un personaje fuerte, indomable,
voluble en su carácter, encantadora y pasional. Y así mismo son sus preguntas,
sus amores y sus reflexiones.
7.
¿Cómo ha cambiado su realidad creativa ahora que ya publicó su novela?
Publicar
es bautizar a la niña. Porque lo cierto es que "Soledad, una colombiana en Madrid", empezó
a escribirse en 2005, y llegó a sumar quinientas páginas, por lo tanto fue
bautizada con siete años.
Así que
puede deducirse que la novela tiene muchas páginas que no se conocen, páginas
que tal vez puedan salir a la luz. Yo había publicado un libro de micros y un
relato que había ganado el Premio
Encarna León, pero el proceso con la novela era mucho más
dramático.
Publicar
trae una alegría enorme, un festejo interior que compensa las noches en vela,
el drama de trabajar sola y en silencio, el tiempo invertido en teclear
imágenes que vienen a mi cabeza inquieta, la inseguridad de no saber si hay
potencial en lo escrito. El camino es arduo y espinoso y publicar es como tener
una cascada de agua al final del desierto.
8.
¿Hay diferencias en la escritura de la María Paz , creadora en Colombia y la María Paz , que emigró a
España, aparte de las obvias como la ubicación geográfica?
En
Colombia no era autora, y salí del país cuando ni siquiera había terminado mi
carrera de Periodismo. No sabía si quería ser periodista literaria (algo que
estaba muy de moda cuando estudiaba) o escritora. En España tuve que decidirme
y ponerme a escribir para darme cuenta de que esto era lo mío. Supe que no iba
a ser llamada periodista, y que mi sitio de trabajo no sería la redacción de un
periódico sino una cafetería, una playa o un parque infantil.
9.
¿Un sueño literario por cumplir en el futuro cercano y uno a largo plazo?
Mi
siguiente paso es publicar mi segunda novela "Padres y otros fantasmas". Tengo además un
proyecto con el Museo de Arte Erótico de América para publicar "Pop Porn", un librito de
bolsillo que irá con relatos eróticos escritos por mí e ilustrados por el
maestro Fernando Maldonado, una rareza bella que saldrá en Bogotá para
diciembre de 2012. Además estoy empezando a circular por los diferentes
editores de España, Colombia, Argentina, México y Perú mi antología de micros
para adultos. La he titulado "El
punto G de las palabras".
10.
¿Es visible el trabajo de los nuevos narradores latinoamericanos en España,
tiene futuro como mercado para los creadores de estas latitudes?
Creo que
España es la Atlántida
hacia donde quieren ir los autores que soñamos y escribimos en castellano. Allí
se publica mucho, pero no quiere decir que sea fácil poder entrar. Es una
industria competitiva, un país en el que se lee mucho, pero también debo decir
que allí se publican libros pésimos que se encumbran dentro de los más
vendidos. No soy amiga de los best sellers, rara vez termino con alguno de
ellos en la mano; y creo que España vive mucho de sus best sellers más que de
los fantásticos autores desconocidos, que no tienen esa promoción ni esa
crítica en los medios.
11.
Mercado u honestidad en las temáticas. ¿A qué le debe apuntar un escritor
observando las realidades del mundo, sobre todo en estos momentos difíciles que
transitan las economías?
No suelo
dar consejos, porque aparte, en esto de escribir hay millones de estilos, y
todos son válidos. La pulsión que vive dentro de cada escritor obedece a
diferentes elementos. Torrente Ballester escribía por dinero, aunque parezca
increíble. Con esta crisis mundial puede que cambien un poco las normas del ya
abofeteado mercado editorial. Viene el digital, dicen todos, pero la verdad es
que algunos sentimos la confianza que da salir en papel, vernos en las
librerías o poder regalar el libro firmado con nuestro puño y letra.
12. Un
mensaje para nuestros lectores, María Paz.
Gracias
por leer, por dedicar tiempo a las letras, en estos tiempos en que seducen más
los rayos de una consola que enseña a bailar, que enciende chimeneas, abre
partidas de ajedrez y hasta sabe cuánto peso hemos perdido en el último año. Da
igual si es microrrelato, poesía, novela o aforismo; lo importante es no perder
el hábito.
MARIA PAZ RUIZ
(Bogotá,
1978) Estudió Periodismo en la
Universidad de Navarra y desde entonces se dedica a la
literatura. Ha cursado un Máster en Estudios Literarios y un Doctorado en
Creatividad Aplicada.
Ha
escrito dos novelas y sus microrrelatos aparecen publicados en diferentes
revistas, antologías y periódicos de España, Colombia, Estados Unidos y México.
Desde el año 2009 escribe un blog dedicado a la ficción llamado “Diario de una cronopia”, que hoy es
una bitácora de referencia en el género hiper breve.
En 2011
resultó ganadora del X Premio Internacional de Relato Corto Encarna León, uno
de los más prestigiosos en lengua castellana.
Publicó
en España “Micronopia”,
un libro de microrrelatos ilustrado por la editorial Meninas Cartoneras,
presentado como radioperformance literario.
En
paralelo se dedica a la enseñanza de escritura de microficción y a la grabación
de piezas sonoras.
Su novela “Soledad, una colombiana en Madrid”, ha sido publicada por Ediciones B en Colombia y presentada en
Su
segunda novela “Padres y otros
fantasmas” permanece inédita.
Próximamente
lanzará en Colombia “Pop Porn”,
libro de bolsillo editado por el MaRea (Museo de Arte Erótico de América), con
microrrelatos escritos por ella e ilustrados por el artista Fernando Maldonado.
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