ANDRES
DAVID CORREA BUSTAMANTE
CAT-DOG
¡A ver!...
¿Quién dijo que después
de una caricia en la cabeza,
no iban a sentirse complacidos
el can acostado en mi pierna
si por la esquina de su ojo, ve con recelo
la postura del noble felino
acomodado sobre mi otra pierna
y reclinado en espera del momento
para descansar, ambos al abrigo
de la joya solar en la medianía de los cielos
que por el techo prendado de luz
sus lanudas pieles calor embeben,
al son de las notas prodigias de Mozart,
¡a ver!... quién dijo que ambos
no pueden convivir con el instinto
de herirse el uno al otro
con la pericia acostumbrada
de siempre estar a la defensiva
cuando en perpleja armonía
y mutua resignación
pueden hasta concebir el sueño juntos?
¡A ver, quién dijo que no!...
de una caricia en la cabeza,
no iban a sentirse complacidos
el can acostado en mi pierna
si por la esquina de su ojo, ve con recelo
la postura del noble felino
acomodado sobre mi otra pierna
y reclinado en espera del momento
para descansar, ambos al abrigo
de la joya solar en la medianía de los cielos
que por el techo prendado de luz
sus lanudas pieles calor embeben,
al son de las notas prodigias de Mozart,
¡a ver!... quién dijo que ambos
no pueden convivir con el instinto
de herirse el uno al otro
con la pericia acostumbrada
de siempre estar a la defensiva
cuando en perpleja armonía
y mutua resignación
pueden hasta concebir el sueño juntos?
¡A ver, quién dijo que no!...
MORALEJA EN TERRAZA PASTEUR
Alas del viento
rompen la intemperie,
en jauría perennal
hacen del suelo
gotas de sobra.
rompen la intemperie,
en jauría perennal
hacen del suelo
gotas de sobra.
Siento su
ágil estela
como tenues ráfagas
en la cumbre de mi cabeza,
en el lomo de mi hombro,
en la penumbra de mi oído...
como tenues ráfagas
en la cumbre de mi cabeza,
en el lomo de mi hombro,
en la penumbra de mi oído...
¡Ah, claro! van hambrientas
tras las boronas de vida
que un vagabundo
con lento afán
al final de la calle les da.
tras las boronas de vida
que un vagabundo
con lento afán
al final de la calle les da.
¡Dónde estás corazón!
de tu vacía celda pectoral te has ido,
ya en anhelada quietud no puedo respirar;
has dejado allí la forma de tu ausencia...
(por no decir que muero lento sin ti)
de tu vacía celda pectoral te has ido,
ya en anhelada quietud no puedo respirar;
has dejado allí la forma de tu ausencia...
(por no decir que muero lento sin ti)
¡Dónde
estás amor femíneo!
te busco tras la muralla inhóspita de la distancia
cuyo largo lomo se unen cielo y tierra;
perturbador calvario que te separa de mí,
más no detiene la ardua esperanza de encontraré...
(por no decir que no puedo estar sin ti)
te busco tras la muralla inhóspita de la distancia
cuyo largo lomo se unen cielo y tierra;
perturbador calvario que te separa de mí,
más no detiene la ardua esperanza de encontraré...
(por no decir que no puedo estar sin ti)
¡Dónde estás amor mío!
es inolvidable tu grata presencia
en el centro abundante de mi recuerdo;
infinito umbral en la brecha del ensueño...
(por no decir que siempre pienso en ti)
es inolvidable tu grata presencia
en el centro abundante de mi recuerdo;
infinito umbral en la brecha del ensueño...
(por no decir que siempre pienso en ti)
¡Dónde estás corazón!
carne de mi enlutado espíritu,
necesito tu rojo palpito en las venas
de cada borde de mi agónico cuerpo,
así no caeré en la indolente desdicha de la soledad...
(por no decir que vivo por ti)
carne de mi enlutado espíritu,
necesito tu rojo palpito en las venas
de cada borde de mi agónico cuerpo,
así no caeré en la indolente desdicha de la soledad...
(por no decir que vivo por ti)
ANDRES DAVID CORREA BUSTAMANTE,
Nació en Bogotá en 1991, participó en los talleres de creación literaria de
IDARTES de 2015. Miembro perteneciente del Taller de escritores Gabriel García
Márquez desde hace 5 años, donde ha participado en la última publicación “Desde
el patio de las leyendas” de la serie de libros Otra palabra. Un eco familiar y
en cotidiano trasegar en el trabajo, hacen que su sensibilidad vislumbre un
camino de expresión manifiesto aquí, en sus primeros esbozos poéticos.
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