EL OLOR DEL
AGUA
Por: Javier
Barrera Lugo
Resonaste en
las madrugadas desde siempre, pero ahora eres palpable, un hermoso destello en
el cielo que me hace querer vivir con mayor intensidad, con fuerza inusitada.
Resucitaste mi alma y ella ahora te pertenece por la eternidad de tu memoria.
Eres la
pequeña compañera con quien incendio el temor a los colmillos de Drácula, la
fantasía que ata una razón que no se obliga sino a soñar a tu lado, porque
contigo nada es compromiso, todo es inspiración, creatividad, aire en los
pulmones.
Mi amor hacia
ti es infinito, generoso, libre de obligaciones o moldes que otros quieran
inventar. No te pido nada, salvo que intentes ser feliz, es tu derecho, luchar,
ser una guerrera sin los miedos estúpidos que el mundo y su gente regalan cada
segundo para llenarnos de tristeza.
Gatica
ensombrerada, gracias por aparecerte en
mi camino cuando las nubes tapaban ese sol del que están hechos nuestros
espíritus. Eres el olor del agua, de la vida.
Feliz año uno, mil más llenos de retos y sueños… Tus sueños, obviamente.
Año uno de muchos, ya refulge el cielo de nuevo y al parecer, el teniente Dan, por fin se reconcilió con Dios..., más adelante aparecerán los pretendientes, pero cuidado, nunca se me olvido sepultar atarbanes, jajajaj, felicidades.
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