LUGARES DEL CIELO
Por: Javier Barrera Lugo.
Los
mejores lugares del cielo
Están
reservados.
El
infierno existe
Y cada
quien a su modo
Es
protagonista del suyo.
Sawyer,
decidió fraguárselo
En los
huesos,
Marcarse
las entrañas
Con
veneno y esperar
Que su
ángel guardián
Decidiera
al fin no salvarlo.
-¡Fácil
imponer dones
Que no
se desean,
Abrir un
libro e inventar
Historias
ajenas,
Sicopatías
tratables,
Lanzar
guijarros al mar…!-
Gritaba
Sawyer
A su
ángel que consciente
Lo
violentaba
Escupiéndole
silencios.
Fe
ciega, la moneda del conforme,
Pesadilla
donde los asesinos
Vagan incendiando
calles
Y nos
hacen correr aterrados.
Sawyer
lo sabe, lo admite malicioso,
Cuece su
piel en certezas
Infectas
de obscenidad,
Poros
que hieden eternos.
Hombres
comunes hechos dioses
A unas
alas se pegan
Como
moscas a los muertos,
Atormentan
al idiota promedio
Que se
ahoga en esperanzas,
Belcebú
castrado,
Maldad o
deseo,
Usted,
yo, mil nombres
Bailando
como paganos alrededor del fuego.
No
existe el cuerpo y se hacen
Simples
balbuceos las apariencias.
-Ni
pizca de encanto-
El juego
al que nos obligan
Y nos
obligamos a jugar:
Construir
el mundo
Entre
las arenas
Que todo
lo engullen.
Tres
balazos perforan
El pecho
de lobo celestial,
Un “Vete
a la mierda”
Zumba en
la mente de Sawyer,
Quien suelta
el revólver y sonríe
Al
frotar contra su rabia la mirada
Del
carcelero que le impuso la vida
Y no
tuvo la decencia
De
implorar por la suya.
Los
mejores lugares del cielo
Se
edifican en silencio.