METAMORFOSIS
POR: CAMILO ETNA
I.
Sintió como el espinazo se
le
Fue despegando del resto
De la carne herida,
Una leve tonalidad musical
Se apoderaba de su
racionalidad;
Verde y negro
Dominaban la viscosidad
del espectro
Que se metía en las
presurosas
Ondas cuando la conciencia
Decidió traicionarla:
-Si alguna vez recuerdas
Las circunstancias de tu nacimiento,
Cuántas manos le arrebataron el frío
A tu espíritu,
Fueron cien o doscientas tus primeras
Muertes certificadas,
O le abriste con las garras
Las entrañas a tu madre para salir
A respirar,
Cerciórate de tomar el camino contrario
Sin buscar sacrificios o ardides
De falsa piedad.
¡Disfruta de tu poder!
Por primera vez
Abrirás los ojos para ver-
Cada célula asumió el
nuevo rol,
Los mecanismos volvieron a
sincronizarse
Ante frenesí de las
pulsiones,
La esclavitud fue
reemplazada por hartazgo
Y las cavilaciones
estacionadas
En el centro de las noches
menos afortunadas
Fueron perdiendo materia
Hasta reducirse a una
mancha acre
Plegada a las sustancias
inertes del vientre.
II
La belleza es un incidente
que escapa
A las veleidades del
entorno.
Cuán parecida es tu voz
A la simetría de la
naturaleza
Que se entrega al regocijo
De la extinción por propia
mano;
Cuán difícil determinar la
duración de la felicidad
En un sueño que trata de
llevarse
A buen puerto,
Cuán intrincado resulta el
tramo de gloria
Que separa lo que fuiste
de aquello
Que terminarás por ser.
Una tenue línea dividida
por mil cortes precisos,
Cada uno sustentando una
respuesta
Formada por millones de
preguntas
Derivadas de certezas
imposibles de contar.
Amanece para tu sublime
expectativa:
Dejas de ser lo que no
sentiste ser
Y te entregas al
libertinaje
De una búsqueda estéril;
De taciturna mujer
Pasas a ser voracidad
curiosa,
Una serpiente que acorrala
a sus antiguos
Predadores,
Juegas con su miedo
Porque reconoces tu propio
temor disfrazado de luz,
Engulles cada latido que
grita
Su infortunio maquilado:
¡Ya estás al otro lado
De tu nueva tragedia!
Los músculos toman nuevas
formas;
Tienes el alma de ave,
El silencio del felino
cuando caza,
La suntuosa figura de la
fantasía,
El sentido penitente que
vuelve inmune
Cualquier acción o
tentativa…
Ya eres la bruja que nunca
pensaste ser
Y te sientes bien y
grandiosa,
Te sientes parte de esa
luminosa verdad
Que por siglos y milenios
Otros escondieron para la
deshonra de tu ceguera.
Vuela por las pesadillas
de quienes guardaron
Silencio en tu desventura.
El amo ha cambiado y sólo
los latidos
De tu conciencia
anestesiada
Serán capaces de truncar
El nuevo orden de las
cosas,
El reciente imperio de la
razón,
Las nuevas normas que
impondrás
Por la sal de tu nueva
potestad.
Ya eres una criatura
mítica,
Reclama los beneficios de
tu nueva condición:
El honor que niegan los
omisos, las sonrisas
Que abandonen los
bucólicos honores sin estupidez,
El beneplácito de todos
aquellos hechos enemigos
Por la virtud de su dudosa
estirpe.
Habita nuevos límites de
tu convicción primaria,
Lleva altiva la fatalidad,
el compromiso de ser
Dueña sin dueños llena de
cadenas,
Rostro repetido a
perpetuidad
En espejos de plomo y
humos narcóticos,
Valquiria que husmea la
putrefacción
Y saca destellos a la
belleza
Cuando la muerte camina
entre sus hijos.
Ronda los escombros de tu
acorazada quimera,
Llena de tintes
fantásticos las entrañas
Del dragón que cada noche
llevará
La esencia fulgurante del
poder,
Ese infundio del que todos
hablamos
Pero ninguno tiene certeza
real…
Empiezan tiempos de terror
e iluminación.