QUIÉN
TIENE LA PIEDRA
Por:
GIOVANNI E. ALMANZA
SINOPSIS: Un deportista
encuentra una piedra en el zapato, a partir de ese detalle desarrolla una serie de vivencias personales con la
piedra.
(Entra un hombre joven con
traje deportivo, se muestra muy cansado, ubica el único elemento disponible en
el escenario que es una silla; el tema musical de fondo es música para
aeróbicos. El personaje entra cojeando, toma asiento, se quita un zapato y de
su interior extrae una piedra.)
DEPORTISTA: (Tomando la
piedra y observándola muy detalladamente.) ¡Que belleza!, ¡Que belleza! He aquí
la piedra en el zapato, ya me estaba haciendo hueco en el píe, la media me
quedó toda untada de sangre, estoy aterrado de la inseguridad que hay con tanta
piedra suelta, ya uno no puede salir ni a trotar porque siempre hay una piedra
en el camino, yo ya he gastado muchos zapatos por culpa de las piedras y a mí
nadie me responde por eso. Yo pienso que se deberían recoger todas las piedras
y colocarlas en un museo o que se la pasen a un coleccionista de curiosidades,
claro está que la piedra por el simple hecho de darse silvestre pierde
absolutamente la connotación de curiosidad, exento aquellas que presentan
formas raras. (Se quita la media delicadamente para no lastimarse.) Tremenda
ampolla que se me hizo, casi no puedo caminar, no entiendo la razón de poner
piedras, antes por el contrario deberían quitarlas; pero no, nadie se toma el
trabajito de hacerlo y menos si no hay remuneración. Debería haber como una
conciencia ciudadana, con cierto toque de sentido de pertenencia que diga: “No
bote basura y adopte una piedra” siempre debe haber una piedra acompañándolo a
uno, por ejemplo aunque parezca algo extraño yo, y ese mineral tenemos muchas
cosas en común. Mi nombre es Pedro que quiere decir piedra, y eso es algo que está
implícito en las sagradas escrituras, mi primer apellido es Pedraza,
etimológicamente viene de una raíz de piedra que en el sentido semántico quiere
decir: piedra grande, mi segundo apellido es Pedradita que quiere decir dentro
del contexto mismo de la semántica:
Lanzar al vacío una piedra de tamaño pequeño, pero tengo un tercer apellido:
Pedrea, cuyo significado es, combate a piedra. Luego mi nombre completo es: Pedro, Pedraza, Pedradita, Pedrea. Cuando
alguien me molesta mucho, me saca la piedra, en algunas manifestaciones tiran
piedra, cuando alguien es bien solapado se suele decir: ahí está pintado,
tirando la piedra y escondiendo la mano, cuando un ser humano es bien frío se
le dice que tiene el corazón como una piedra. Los árbitros de futbol sacan la
tarjeta amarilla, la tarjeta roja y a los hinchas la piedra. La piedra no solo
sirve para causar daño, también sirve para construir casas, edificios, teatros,
centros comerciales, estadios de futbol, coliseos, etc., etc. La piedra sirve
también como arma y como un medio de defensa. En la antigüedad se utilizaba las
catapultas para lanzar piedras enormes a las guarniciones enemigas, es muy
frecuente escuchar la frase: “Tropecé con una piedra”, hasta Julio Iglesias
cantaba… (Canta el estribillo.) ¡Tropecé de nuevo y con la misma piedra!, Otras
expresiones que resultan muy familiares son: Por culpa de esa piedra me caí,
pásame la piedra, se me enterró una piedra, vino una piedra perdida y me dio en
la frente, tremendo chichón que se me hizo. Alguien en algún lugar del mundo
por una u otra razón siempre tiene una piedra. Por ejemplo en el estómago se
presentan con cierta frecuencia los cálculos que no es otra cosa que la
acumulación o concreción anormal que se forma en diferentes partes del cuerpo y
principalmente en la vejiga, en la bilis, en los riñones, llamado como el mal
de piedra. Ojo, no debemos confundir el cálculo que se forma en las partes del
cuerpo anteriormente señaladas, con los cálculos de las matemáticas. Tenemos
que investigar a profundidad sobre la piedra angular, piedra filosofal y la
piedra pómez muy buena para los callos de los pies. Dentro de nuestra vasta
geografía también tenemos unas piedras muy famosas: las piedras de Tunja que no
quedan en Tunja sino en Facatativá. Si nos remontamos a la prehistoria, veremos
que existió la edad de piedra; pero esa edad la podemos apreciar hoy en día, y
está más o menos entre los 60 y 80 años, si ustedes no me creen, no es sino que
le lleven la contraria a una persona de la tercera edad, bueno realmente deben
perdonar mi atrevimiento porque sé que hay mujeres de 60 años que están en la
flor de la vida, ejemplo de ello es la actriz Amparo Grisales, no hablo de los
hombres porque a nosotros sí que nos patean los años y las piedras por doquier,
por eso será que sufrimos un deterioro físico y mental más acelerado;
afortunadamente me hace falta mucho para llegar allá. Una vez estaba yo
haciendo fila o cola en un banco, cuando llegó una buena señora y se me coló.
La señora no estaba tan madura, tendría por ahí unos 62 años; bueno para ser
más exacto 59. Uno menos que Amparo Grisales. (Ríe.) Yo le dije muy formalmente
sin el más mínimo ánimo de ofensa: Con todo el honorabilísimo respeto que usted
gentil dama se merece fuera tan amable, tan gentil, de tener la delicadeza de
hacer cola. Esta adorable dama no sacó el cobre sino la piedra que llevaba en
la cartera y me dijo… Yo soy mayor que usted y nadie me viene a decir lo que
tengo que hacer, por tal motivo mocoso impertinente, al ser mayor en edad,
dignidad y gobierno le ordeno que cierre la boca antes de que se le llene
de piedras, digo de moscas; porque eso
si le digo una cosa o usted se calla o lo denuncio por violentar los derechos
de una mujer mayor. Yo aturdido por las miradas inquisidoras de la gente opté
por decirle: No, no hay problema mi señora al fin y al cabo usted tiene toda la
razón yo estoy muy joven en cambio usted ya está pisando el umbral del ocaso,
se voltea esta señora y me dice a grito pelado; usted lo que quiere es volarme
la piedra, mejor dicho ya me la voló, ¿quién le dijo al caballero que una mujer
a los 30 años ya está en el ocaso de la vida? ¡Hable ahora o calle para
siempre! ¿O es que acaso el germen de la ignorancia no lo deja refutar? Porque
no hay cosa que más me moleste que la dejen a una con la palabra en la boca.
Si, le contesté, yo ya me estaba acalorando también; pero ante todo la
serenidad y la educación. Yo le refuto cuando quiera. Mi señora esta
conversación está un tanto subida de voltaje; pero yo no me refiero a la dama
de 30 sino a usted. No sé qué aconteció después porque esta señora tuvo un
ataque de cólera, metió la piedra dentro del bolso y con ello sufrí la peor
agresión de mi vida. Como ven la gente pierde los modales y la educación,
dejándose llevar por el instinto de la bestialidad que también va ligada a la
salida de la piedra.
Ayer, cuando venía para acá
una piedra filuda pinchó uno de los neumáticos de mi auto, hizo ¡plop! (Realiza un estruendoso ruido con la boca.)
Inicialmente sentí gran aturdimiento, pero después fui controlando la
situación, me senté sobre una piedra y cambie la llanta, luego pateé con furia
varias piedras apartándolas del camino. Por lo
general suele decirse que el tráfico en la capital es un completo caos;
pero como es que no nos damos cuenta de dos factores: Uno, los huecos, dos, las
piedras. Las piedras no sólo están en nuestro medio terrestre, también están
allí. (Señala hacia arriba.) Hay algunas piedras que vienen del espacio
llamadas meteoritos. En Rusia hace poco se estrelló uno que venía a gran
velocidad; ¿ustedes se pueden imaginar donde una persona vaya tranquilamente
caminando y de pronto le caiga un meteorito en la cabeza?, seguramente ese
desafortunado sujeto vaya a decir: “¡Uy! Como que me escalabre con algo, la
persona debe quedar totalmente ida. Para explicar el fenómeno físico de la
ondulación, no es sino que lancemos una piedra a un lago, a una laguna donde
vemos que el agua está muy tranquila, en el más absoluto reposo; veremos cómo
esporádicamente se van presentando una serie de ondulaciones que se expanden
hasta volver a quedar en reposo. No voy ahora a ponerme a dar explicaciones
partiendo de complicadas fórmulas que posiblemente no vayamos a entender, para
estudiar un fenómeno físico real, debemos partir desde la observación y no
desde la teoría. La piedra ha sido un elemento mineral que igualmente ha
servido de base a grandes descubrimientos científicos. Dios en su sempiterna sabiduría nos envió la
piedra para que la humanidad realizara una serie de investigaciones e hiciera
el mejor uso de ella, desafortunadamente no hemos sido muy consecuentes con el
mandato divino. Por eso es que yo recalco sobre el uso más aconsejable que se
le debe dar a la piedra… Hagan esculturas y vendan, así mataríamos dos pájaros
de un tiro, por un lado evitaríamos tropezar con una piedra y por el otro
solucionaríamos uno de los problemas capitales: “El desempleo” Pero eso si yo
siempre le digo a la gente que sea muy discreta, prudencia ante todo,
prudencia, y que no vaya a caer esta propuesta en manos de los Nule; porque eso
sí sería para agarrarlos a piedra, dejarían a la ciudad sin una gota de piedra.
Con tanta piedra por ahí subutilizada mejoraríamos el aspecto de la ciudad,
construiríamos puentes, casas, bibliotecas, barrios enteros. Acordémonos
señores de la serie de televisión los Pica piedra, que todo era a base de
piedra. La semana pasada una piedra perdida lanzada desde un punto determinado
de la calle, rompió un vidrio de mi casa sin daños físicos para ningún miembro
de mi familia afortunadamente. Ahora con el perdón de ustedes les voy a contar
una intimidad muy íntima aunque suene exageradamente redundante. Tuve una novia
cuya familia era adinerada, quisiera entender porque razón se le dice a una
persona que tiene un patrimonio algo elevado de buena familia, en mi caso
particular prefiero omitir ese término sin entrar en detalle. La familia de esa
novia y la mía se detestaban; éramos como los Montesco y los Capuleto. Para
verme con Julieta, curiosamente el mismo nombre de la pieza teatral de
Shakespeare, tenía que ir a su casa trepar una reja, llegar a donde se
encontraba una seguidilla de ventanas, la tercera en el piso tercero a mano
derecha entre una enramada espinosa era la de mi amada, teníamos un código
secreto; había que mandar tres piedrecillas al vidrio de su habitación o a su
ventana y de esa manera nos comunicábamos y nos expresábamos amor eterno. Una
vez no estuve tan aceptado en el tiro, una de las piedras se desvió algunos
metros tal vez por la acción del viento y esta fue a estrellarse a la
habitación de sus padres, quienes me devolvieron el saludo con una cascada de
piedras, afortunadamente pude escabullirme, y por unas cuantas piedras no volví
a saber nada de ella.
(Sollozando) Si ven ustedes
como mi vida está ligada a la piedra. (Se escucha el ruido de un cristal roto.)
Si escucharon otro vidrio roto a consecuencia de una piedra, alguien
definitivamente no tiene nada que hacer sino sacarme la piedra y yo creo que es
uno de ustedes, o el que esté libre de pecado que lance la primera piedra. Para
colmo de males ayer estuve en la torre col patria, me subí a la terraza para
ver cómo se veía la ciudad sin mí, de puro aburrido le di una patada a una
piedra que casualmente estaba ahí, luego me bajé todos los pisos por la
escalera contando todos los escalones, en la más absoluta ociosidad, cuando
llegué al primer piso perdí la cuenta´. Luego en la casa me recibieron con la
no muy buena noticia que mi señora madre estaba hospitalizada porque cuando
pasaba por el frente del edificio col patria, algún desadaptado social le dio con una piedra en la cabeza.
Afortunadamente mi madre hoy está bien y no se supo nada sobre el desgraciado
que mandó la piedra o sea yo. (Mira el reloj.) Debo irme pero antes les dejo
una moraleja. “Cuando alguien pregunte algo, no respondan con dos piedras en la
mano, lo cortés no quita lo valiente.” (Suena otra vez un vidrio roto.) Hasta
cuando voy a tener que lidiar con la piedra. (Sale cantando un estribillo de
reguetón.)
“Iba caminando por la calle,
Cuando con una piedra
tropecé
Caí sobre el filo de una
piedra
Y con esa misma el trasero
me chucé. (Sale.)
SUBTEXTO: Intolerancia.