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lunes, 16 de septiembre de 2013

LA COBARDÍA DE LOS PERDEDORES


HISTERIA DE KAUIL
SEMPER  SIMUL  SEMPER CARMINA, CATA



LA COBARDÍA DE LOS PERDEDORES
POR: JAVIER BARRERA LUGO


Hace unos meses los pobladores de Colombia, indignados, veíamos cómo por la pasividad histórica de los  presidentes, cancilleres de turno y no sólo por pretensiones nicaragüenses, perdíamos a través de un fallo de la respetable Corte Internacional de Justicia de la Haya, 180.000 km2  de mar territorial. La agitación mediática se tomó los noticieros y espacios de análisis donde expertos lanzaron hipótesis de lo que se pudo hacer y no se hizo (díganlo ayer cuando de verdad importaba).El primer mandatario, respetando su costumbre, despidió veladas críticas sobre la responsabilidad de sus predecesores en este problema y razón no le faltaba: el litigio está vivo desde 2.001, cuando Nicaragua no reconoció el tratado Esguerra – Bárcenas, firmado por ambas naciones en 1.928, argumentando que entre 1.916 y 1.979 no tuvo independencia política (adivine qué potencia mundial controlaba a los dictadorzuelos de turno de esa nación). Claro, esa eventualidad no fue culpa de Colombia, pero la falta de diligencia de las cuatro últimas administraciones ayudó a la debacle que ahora vive la isla más importante de este país ofrecido al sagrado Corazón.
Ese fue el primero de muchos reveses para el mandamás actual, inconvenientes que él mismo creó y ayudó a sembrar siendo ministro o colocando cuotas en casi todos los gobiernos que tienen responsabilidad directa en este saqueo contra la dignidad de la nación. Vinieron los cafeteros, los transportadores de carga, los estudiantes, los maestros, las organizaciones que representan a las víctimas de la guerra interna, los campesinos, otra vez los maestros, la ciudadanía exasperada… Al hombre se le embolató lo que hace un año parecía pan comido, su reelección en el cargo.
Y comenzó la “lanzada” de salvavidas desde la Casa de Nariño: negociaciónde paz exprés con la guerrilla quién sabe a qué precio. Hasta ahora nada concreto se nos ha dicho, ¿o usted conoce alguna cláusula que haya sido socializada respecto a estos arreglos? Aparecieron  chivos expiatorios en los informativos para cada error del gobierno, regaños de Juanma a sus ministros, cambio de gabinete llevando a la crema y nata de la maquinaria electoral a “colaborar con la salvación del país”, anuncios de casas gratis a cambio de votos,  Familias en Acción fortaleciendo subsidios, beneficios y base electoral y ahora, por obra del arte de la prestidigitación, un mago patético saca del sombrero el desacato al fallo de una corte de justicia seria, ante la cual denuncia a guerrilleros y matones cada vez que le conviene a sus intereses. En estos casos sí le sirve el bendito tribunal.
“Sombras de guerra cubren los rincones del Caribe. El país debe premiar el liderazgo de su presidente. La dignidad nacional no se mancilla. Ni un trozo de nuestras aguas a las aspiraciones expansionistas de la satánicamente poderosa Nicaragua. Por fin llega la paz, los problemas de violencia se acaban, las víctimas no son generosas, el paro campesino jamás existió, la educación pública no está en riesgo de ser privatizada, la locomotora minera es la panacea para la felicidad económica y social del país, el sistema de salud no está en crisis, es mejor ser rico que pobre”…Bla, bla, bla.
Juanma está desesperado. Usa el miedo y el nacionalismo estúpido para rebajar un porcentaje de desaprobación a su trabajo del 75%. Es más impopular que Pastrana en su momento y uno piensa que algo peor a lo que hizo el vago de “risitas” no era posible. ¿Cuántos muertos son necesarios para lograr esta reelección? ¿Por qué no se utilizó el término soberanía cuando se negociaron y firmaron los TLC? ¿Por qué no se ejerce el sentido nacional con la gente que vive en la miseria? Podrán dar mil explicaciones los dueños del negocio, pero lo del presidente es “pataleo de ahogado”. No digo que Nicaragua tenga toda la razón, eso se debe analizar juiciosamente, la ventaja para Santos es que allá tienen un hampón que desde Managua roba y trafica de todo, que prestará atención a los puyazos salidos desde Bogotá, porque le convienen a ambos, así se sofocarán los incendios en sus respectivas casas, victimizándose.
Esta indignación repentina de nuestro presidente - candidato ni siquiera es sospechosa, es criminal. Morirán soldados, pescadores raizales, verdaderos dueños de esa franja de mar; pocos en cifras, pero una vida no tiene valor. Se informan medidas de apoyo financiero y humanitario a San Andrés que no son sólidas, nadie va a broncearse cuando están disparando en la playa. Por debajo de cuerda se sabe que los “monitos” del norte nos apoyan (Colombia votará sí a la invasión de Siria, se acordarán de mí), todo aclimata una guerra ficticia que Luis Carlos Vélez con su estilo bobalicón y Vicky Dávila, la de la “tonta política”, transmitirán desde algún hotel de lujo en Providencia. El insípido de Julito, fijo desde París.
El truco del nacionalismo es peligroso. Lo usaron sátrapas como Hitler, Stalin, Laureano Gómez, Alzate Avendaño, Mussolini, Truman, Castro, Bush hijo, Bush padre, y hasta Uribe con su miedo soberbio. El diablo convence con argumentos paternalistas a una masa que no entiende razones lógicas. Las consecuencias del uso inadecuado de este recurso las conocemos todos. Lo que nunca entenderán los políticos es que toda acción tiene una repercusión proporcional.  Mal plan traduce mal resultado y al afamado Juanma esa lección no le sirve. El pueblo no sabe elegir y él espera que tampoco aprenda a recordar. El gran pecado de nosotros como ciudadanos es lo mal que escogemos, tomamos decisiones por emoción, por terror, por carita y publicidad, jamás conociendo un programa de gobierno o los personajes que rodean al candidato, su círculo selecto, quienes hacen el trabajo sucio.
Algunas escaramuzas entre corbetas pobres y mal armadas no pueden ser el factor que haga la diferencia en unas elecciones con candidatos inciertos. Como accesorios: pitos, festones, afiches de publicidad mostrando candidatos regordetes bien peinados y en mangas de camisa impostando una actitud de trabajo, niños feos buscando esperanza en el horizonte, comerciales lacrimógenos que enternecen la mente suave, calumnias a la oposición, Uribe, como una anciana loca, gritando sandeces desde un balcón, la izquierda perdida en sus propias dudas y vicios, Vargas Lleras cambiando puestos por venenosa lealtad, algún canto de cisne de un buen candidato sin maquinaria que vino porque quiso. Eso veremos en unos meses. La idea es que apostemos por algo diferente al miedo, la mentira, el horror o la banalidad pura, las últimas veces hemos seguido ciegos la corriente. Nuestra tarea es de conciencia, nos jugamos el futuro de muchos.


**Si esta columna le genera algún comentario puede escribirme al correo: baluja74@hotmail.como deje  un comentario en nuestro blog idiota Inútil.