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lunes, 8 de abril de 2013

QUEMAR LAS NAVES




HISTERIA DE KAUIL
SEMPER  SIMUL  SEMPER CARMINA, CATA



QUEMAR LAS NAVES
POR: JAVIER BARRERA LUGO











DE DIOS PARA TI:

Busca un motivo posible, una causa cierta si deseas colgar por el cuello a un hombre que pretende ser bueno.  De nada sirve condenar inocentes a suplicios que algunos percibirán injustos porque conviertes  a los infractores en mártires, tipos a los que muchos seguirán ciegos y les darás motivos para sentirse con derecho a exigirte cambios.  El universo tiene lógicas que debes garantizar, umbrales dispuestos para ser cruzados por las élites. A punta de versos y buenas intenciones muchos de los nuestros han encontrado como destino la fría cuchilla de la guillotina. A los diosecitos nos condenan la tibieza de carácter, la pusilanimidad, el cerebro que reverbera sin estrategia. ¿Cuánto tiempo crees que te dará la estupidez para enmendar un error en el manejo de tu tribu?
Los creadores y creaciones tenemos debilidades, espacios oscuros desde los que nuestros fantasmas seducen: el primer trago temprano en la mañana, las tetas descomunales, blancas y llenas de pecas de aquella compañera que evade mirarte a los ojos,  la cuenta en Bahamas en la que religiosamente consignas el grueso de los sobornos que cobras, las esperanzas de cortarle el cuello a los dioses viejos que te “regalan consejos” que no solicitaste, (lo tienes claro, si necesitas escuchar opiniones, las últimas que aceptarás serán las de un mediocre que pasa los días masturbando sus pensamientos con delirios de grandeza infundados) el amor y sus malditos influjos... He ahí donde debemos atacar al enemigo, en sus peros, en las acciones que lanzan su moral a la cloaca. Mancilla lo mancillado, la debilidad propicia victorias, urde las prisiones de tus enemigos, no los dejes respirar sin que este acto les recuerde que están comiéndose el barro no por tu culpa sino por sus increíbles ganas de hacerte ver mal.
Lincha, asesina, disminuye a los caídos en desgracia, a los piadosos que pecan porque al hacerlo ya no se verán tan cándidos. Enséñales la escala de valores que confeccionaste desde el inicio, las jerarquías, las razas, las índoles, uno es antes que dos, la marcha victoriosa de los arriesgados cuando degüellan a los que quieren. Has elevado tu esencia y su mantenimiento es un denodado acto de confianza en ti mismo. Evidencia que los necesitas menos comparado con cuánto te necesitan ellos a ti, creador, dador, ejecutor y dueño de sus miserables actuaciones.
Poetas cabrones, varados o andantes, Nietzsche, la maldita Revolución Francesa, los ateos y los agnósticos, los que enamoran a ciegas, de todos cuídate porque al patearles el culo reaccionarán como perros rabiosos, te agradecerán mientras das la espalda y se cebarán con tu carne apenas te descuides, acuchillarán con fervor, heridos en su ego. Maledicentes, te venderán como tirano desconociendo el tamaño de sus peticiones y lo bueno que terminarás otorgándoles gracias a su credulidad.  Son desagradecidos, pedigüeños, fehaciente testimonio de cuán obtuso puedes ser cuando pretendes ser el “mejor tipo del universo”.
Está la cuestión de mis reacciones... Provócame y terminarás pudriéndote en un socavón, la fetidez de un corazón deshonesto, indisciplinado, vil, cubrirá el espectro circundante del ofensor. De él saldrá la lección, será  chivo que expíe los conatos de rebelión de sus iguales, la inconformidad de los espíritus educados para recibir solamente. Si vas a enfrentarte con alguien ten presente siempre el tamaño del contrincante, no seas estúpido ni te lances al centelleo de la fogata por capricho, mide con inteligencia a tu rival. A todos les brindo el paraíso, algunos no se sacian con nada y piden más, si les doy un pan exigen tres, quieren noche al mediodía, ruegan que llueva después de demandar a gritos un poco de calor. Nada es lo suficientemente bueno para estos hijos acostumbrados a buscarle cinco patas a los gatos negros.
Ten presente usurparle apoyos a tus contradictores, usa a sus iguales para hacerles mella. Sabes que todos tenemos precio y nunca faltará quien haga lo que decretes sólo por sentirse un poquito importante. Si ladras, los seguidores sentirán confianza y la emprenderán contra tus enemigos sin escatimar fiereza, entiende que su valor está en la imitación. Observa cómo se orinan de emoción al recibir de tu parte una caricia en la cabeza, un halago sin sustento, las gracias por traicionar a sus hermanos. ¿Crees acaso que lo de Judas  fue un accidente o simple codicia? No. Fue un macabro acto de egoísmo, quiso sentirse parte de algo ya establecido, las monedas fueron el símbolo de su espíritu patético, de lo poco que era. A tus hijos no les interesa brillar sino ser tenidos en cuenta alguna vez, creer que lo que dicen o hacen va a ser reverenciado y beneficiará al todo, pero tú entiendes que nunca pasará; nada menos apreciable que la lealtad de un traidor convencido de ser el héroe de la jornada.
Usa lo que te pertenece, las personas son una insignificante brizna que demuestra lo inmenso de tu poder, eres actor, los seguidores herramientas. Sus conceptos son información poco fiable, jamás los tomes como sustento básico para tomar decisiones, si permites que una de sus ideas intervenga en tu juicio la perdición de lo que eres estará finiquitada. Los imperios son construidos por individuos, las masas los sustentan, esa es una verdad que no admite discusión.  Dispón de su avidez para derrotar a quien ose poner en tela de juicio la dignidad de tu ministerio, altaneros serán si callas o permites brotes de sublevación.Una infección se controla amputando la parte afectada no aplicando compresas de agua tibia con un poco de sal.
Cierro esta reflexión haciendo patente una advertencia: nada tan ofensivo para un diosecito como la arrogancia de un seguidor que cree tener el derecho de recalcar un porqué cuando la decisión fue tomada. Lo tuyo no lo objeta nadie, se cumple y ahí acaba la discusión. Si persiste el capricho de cuestionarlo todo, la crudeza de tus actos extirpará de raíz la virulencia de una acción estúpida.  Tus criaturas son proclives a confabularse cuando se intuyenheroicas, no des pie para que crean lo que sus cabezas vacías les dictan en un momento de efervescencia.
Los privilegios son potestad de los arriesgados y sabes que tus criaturas se cocinan en atávicos temores. No permitas que eso cambie. La creación debe tener un par de dueños, así ha sido y será mientras la eternidad nos siga protegiendo.






Necesidad de amanecer

Cuando más solo te hayas entiendes que jamás estuviste acompañado realmente. La gente aparece en tu vida, pasa, se va, en el mejor de los casos te la quitan y el sistema de culpa se traslada a otra entidad. Los que creíste amigos te traicionan por limosnas, en quienes confiaste se llevan las manos a la cabeza y te hacen creer que tus reclamos son infundados: “padeces un desorden mental”, acusan jactanciosos, se disculpan sin quererlo y te endilgan el rótulo de intransigente, olvidando que también has tenido la fortuna de desarrollar el sentimiento de pecado cómodo.
Un mañana decides abandonarlo todo en silencio, encontrarte con ella para amarla y seguir adelante. En el pasado quedaron todas y cada una de las marrullerías de quienes juraron respetarte como lo hacían sus dioses, los préstamos que casi nunca honraron, las ofensas que se cubrían con un “¡ah, no se ponga bravo, venga nos tomamos una cerveza y no jodemos más!”, las tocaditas de culo y todas las estupideces que tú mismo permitiste buscando ser el mejor amigo de todo el mundo. Bueno, lo hecho, hecho estaba y no permitirías que estúpidas nimiedades  dañaran el objetivo de entrar purificado al mundo  obsequiado por aquella mujer de luz.
Un día el cielo azul se cierra y todo en lo que creíste, adorabas y te hacía soñar, queda depositado en la misma fosa donde la carnalidad de la musa reposará para siempre. Tus hijos tuvieron nombre pero no existieron en realidad,el hogar se incendió y regalaste las cenizas, ese espacio de apuesta llamado futuro se llenó de moho mientras se hundía, las realizaciones pararon en seco y la compañía se convirtió en un accesorio inútil. Todo lo que en realidad importaba murió.  No es patetismo sino rabia la que escribe estos párrafos, eso lo sé y no importa si alguien se ofende con eso, ser poeta es apostarle duro al anonimato, así que estas palabras amargas tal vez pasen desapercibidos o se pierdan en la inminencia del silencio, pero quedará evidencia.
Las estructuras de mi mundo colapsaron. Cada cual se quitó el antifaz y salió corriendo. Ante la evidencia decidí comerme la rabia, alimentarla, hacerla crecer porque dispuse no enfrentarme con los vasallos que hicieron la tarea de mortificación sino con quien la asignó. Una lucha se avecina y es la venganza la que todo lo motiva, la que ha hecho florecer no lo peor sino lo que de verdad he sido siempre y no me atreví a ver. Preparo cuerpo, alma, razón, escrúpulos; lo sucedido sentó un precedente nefasto que quiero lanzar por los aires. Las voces que solicitan cordura dictan sentencia sumaria cuando quieren entender que blasfemo:
-¡Con los dioses nadie se mete!-gritan enloquecidas tras los árboles.
-¿Por qué no se puede?-pregunto.
-Ellos crearon todo y todo lo pueden. Si no estás contento con sus decisiones es porque eres arrogante. Trata de buscar paz, resígnate, déjala descansar.
-No es por ella, es por mí-les digo exaltado. Y prosigo:-Al menos una explicación creo merecer. Todo lo siento como un capricho de alguien que quiso dejarnos claro que hasta para ser feliz se debe pedir permiso. Paraíso, un concepto que no creo merecer, así como no creo merecer el infierno, la ausencia, el eterno trepidar de mi voz en las paredes.
-¡Blasfemas!
-Exigir mi derecho no es blasfemar. Además estoy advirtiendo las cosas con tiempo, que se vaya preparando... Somos una copia de los dioses, tan imperfectos como ellos, llenos de resentimiento como ellos, pusilánimes como ellos… No creo intimidarlo, esa es mi ventaja cuando lo aborde y busque arreglar cuentas…No va a saber de dónde fue lanzada la primera estocada.
-Nada de lo que planeas la revivirá, es un acto inútil tratar de mermar la resistencia de un ente todopoderoso-exclaman con pesar.
-A ella déjenla fuera, no nombren a alguien que empezaron a olvidar. Sé que no se levantará del sepulcro, pero esta batalla es por salvar lo que queda de mi alma, es un simple acto de dignidad cuya esencia es el respeto a mí mismo. No puedo valorar de manera simplista lo que este tipo de diosecitos le dan a unos pocos y le quitan a la mayoría, los beneficios deben darse sin condiciones y él y los de su casta piden sumisión como cuota para otorgar privilegios. Yo con eso no comulgo.
-Has lo que quieras, poeta.
-Eso lo tengo claro desde que ella se fue.
Desafío. Una palabra que tiene poder para aquellos que no tenemos mucho que derrochar. Hasta las ruinas pueden incendiarse si el objetivo es hacerlo desaparecer todo en el fuego que purifica. Y eso es lo que está latente en mi mensaje: la limpieza del alma a través de la justicia que ni los hombres ni los dioses me darán. Yo mismo busco lo que necesito, los cazadores de la antigüedad, por más crédulos que fueran, no obtenían sus presas con sólo implorar a las deidades del bosque, sus travesías duraban días, el sudor, la sangre y sobre todo el estímulo del hambre los hacían sobreponerse a la rudeza de natura. Lo mejor de todo es que ganaban conocimiento de ellos mismos, confianza, perdían el miedo y es eso lo que me motiva, conocerme a través del enfrentamiento, mirarme a los ojos y encontrar al hombre gris que custodia una lápida que se empieza a comerse el tiempo.
Lograr el azul del cielo en las pupilas de la muerte, enfrentar a ese diosecito al que le temo con altanería.Sólo una respuesta estoy pidiendo, que se pronuncie y me aclare lo que otros quieren explicarme sin saber: ¿qué gané al quedarme sin ella? Necesito amanecer una vez más. No confronto con arrogancia, voy a la fuente, no gano nada queriendo acabar con un dios destrozándole la vida a sus seguidores, simplemente no puedo avanzar si la verdad no me toca el corazón, los silencios azotan mi alma y la disminuyen, me siento viejo, cansado y eso raya en lo ofensivo. Dios existe, de eso estoy seguro, respeto ese axioma, lo que no tolero es que un diosecito de tercera categoría se guarde lo que es mío, lo que merezco, por eso voy a la guerra.
Tengo definida mi estrategia. No creeré en términos de paz que emita el diosecito porque para él, ese escenario significa avivar la confrontación bajo la mesa, en la batalla hipócrita nadie piensa y eso es lo que necesita, sin cuestionamientos  puede implantar su voluntad, cada capricho que se le ocurra será una orden cuando la confusión reine. No asumo la libertad que confunde, que hace zozobrar el sentido común y motiva el conformismo. Sublevarse es una obligación cuando la autoridad se transforma en autoritarismo. No hay espacio para rendiciones mientras esté en juego mi alma. Victoria o muerte, mantra que repito mientras llueve fuego sobre la historia.
La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo”,escribió Nietzsche, probado verdugo de dioses y estoy de acuerdo con él. Todos los días pulo el espíritu en aguas de descontrol, no me mido, no escatimo, no me conformo, porque conformarse es asumir que no puedo hacer nada más. Los recuerdos son en el fondo compromisos que adquirimos sin saberlo y los que yo forjé con ella, tienen la virtud de lo indeleble y sólo la muerte puede llevarme a no cumplirlos. Lucho contra una esencia que creo empezar a conocer, sus obras la desenmascaran, sus omisiones confirman los flancos que deja expuestos inconscientemente,  porque nada es perfecto, ni siquiera quienes asumen serlo por acto de herencia, dignidad o compromiso. El miedo es el combustible que mueve los cimientos del espíritu o los calcina, en poco tiempo se develará cuál de los dos senderos tomará este poeta alucinado por la ira.
Espero que al final, pase lo que pase, sea ella quien me muestre el camino que toman las mariposas cuando escapan del interior de las piedras. Sólo ella, sólo por ella, vale la pena ir en contra de la supuesta naturaleza de las cosas y su magia pervertida.