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domingo, 9 de diciembre de 2018

TESTAMENTO


TESTAMENTO



Por: Javier Barrera Lugo
Ayer      los mares anegaron recuerdos que la enfermedad intentó desaparecer
Nieblas    espacios de desnudez que nos involucraron     piedras en las palmas de las manos dispuestas a herir      veneno para el olfato despistado      cuchicheos hechos fuego al amanecer cuando nos deshicimos los cuerpos en la posesión última antes de renunciar a soñar          mientras solicitábamos ingreso al imperio de los vampiros        La vida en silencio cuando todos hablan de nuestra cobardía

Caminamos rutas pavimentadas con alquitrán
Dimos cara a la muerte y ella  nos sonrió como diciéndonos: “les doy ventaja maricas       ¡Corran!”
Y nosotros pegados al cigarrillo le hicimos una venia
Para que nos mordiera          y la muy puta se negó porque se acababa de lavar los dientes.


Ni muertos ni vivos nos arropa la felicidad       pequeña niña sin ojos
Acostumbrados estamos a hablar sobre lo que pudo ser y jamás será
Grande es     muy grande     el limbo para los nautas acostumbrados a odiar las rutas plagadas de naufragios
Soledades que marchitan las ganas de escribir historias
                                       O leer las estrellas en el iris desconocido de un tirano

Los héroes fornican con su tartamudez
            Mientras son espiados por una multitud ansiosa de perfección
                                           Eso les da confianza
Canallada es el premio que otorgan a los sumisos por su idolatría
A las imágenes, a los bultos, a la socarrona idea de superioridad
           Que camina a nuestro lado con sutileza de mariposa.

Terrible castigo el silencio, más aún si fue el amor quien precedió
Los escarceos entre lo erótico y la costumbre de ser individuo;
La resaca entre estos eventos se nombra desencanto, se masculla como pérdida,
Se atesora como un hilillo de agua dulce cuando se está a la deriva                                                        En el océano

Mil besos para ti         que empiezas a ser anécdota,
Mucha suerte me deseo ahora que añorar es un acto  subversivo
La fina línea que separa lo debido de lo conveniente         luz de  penumbra
Este acto de confesión vergonzante que es el testamento para mi vida.