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martes, 18 de abril de 2017

JAIRO ANIBAL NIÑO, EL POETA DEL CORAZÓN








CUANDO LLEGUÉ DEL COLEGIO

Cuando llegué del colegio
Me quite los zapatos,
Dejé en el suelo la maleta donde cargo útiles y libros,
Me senté en el viejo sofá que me gusta tanto,
Llamé a mi gato para acariciarlo,
No quise almorzar ni hablar con nadie 
Y le sostuve la mirada al retrato de Zico
Que tengo pegado en la pared.

Más allá de la ventana pasó un color tan rápido,
Que solo alcancé a ver un pedazo de pájaro o de mariposa.

Saqué del bolsillo de la camisa una hoja de cuaderno
Donde ella había escrito su nombre.

Es trigueña, de trenzas, se llama Alejandra, se ríe lindo, 
Y tiene nueve años como yo,
Estudia en tercero A, 
Y al recordarla
Sentí un corrientazo por dentro
Como si me empezara a doler
El estómago del corazón.



AYER POR LA TARDE

Ayer por la tarde,
Como te lo había prometido,
Jugué el mejor partido de fútbol de mi vida,
En el primer tiempo
Hice un gol a los quince minutos.
 A los treinta y siete hice otro.
En el segundo tiempo a los siete minutos, José Villegas,
El que cuando canta dice
Que le nacen mariposas en el pensamiento,
Fusiló a nuestro arquero
Con un taponazo sobre el ángulo izquierdo. 
A los diez y nueve minutos y quince segundos,
David, el que quiere ser aviador,
Empato el partido
Con un lindo gol de cabeza 
A los cuarenta y cuatro minutos 
Al estilo castañito,
Hice el gol más lindo del mundo,
Mi equipo gano por el marcador de dos a tres,
Pero yo sentí que había perdido
Porque tú no viniste.
Me derrotaron los goles que me hizo tu ausencia.



LILIANA

Liliana, me contaron
Que prefieres salir con López
Porque él es un niño muy rico,
Propietario de muchas cosas.

Para que lo sepas, 
Yo también soy muy rico;
Tan rico que una vez fui dueño
De quince caballos de carreras.
….
Mateo al verte es increíble pensar
Que alguna vez fuiste dueño
De quince caballos. Dime… ¿todos ellos corrieron en el hipódromo de la capital?
….

No, Liliana
Ellos jamás corrieron en el hipódromo.
Lo hacían cerca de isla grande
En el golfo de Morrosquillo
Mis quince caballos eran de mar.



ME CONTARON

Me contaron que ayer cortaron el árbol
Que crecía frente a tu casa
Para poner, en cambio,
Un aparato de la empresa de teléfonos.

Creo que los alambres se hubieran podido colocar
En las fuertes ramas de tu acacia,
Pero parece que no quisieron correr el riesgo
De que alguien, al levantar el auricular,
Escuchara la voz de un gorrión triste,
Que averigua por una flor que desapareció hace días 
Y que vestía pétalos morados, cáliz del color de la luna, 
Y que se adornaba con un dorado sombrero de polen.

El gorrión ofrece recompensa.