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viernes, 12 de octubre de 2012

PALABRAS SIMPLES



PALABRAS SIMPLES

A Cata, a un año de su partida…

Siempre es difícil enfrentarse a una hoja en blanco, nada más cierto, pero hoy es distinto, no es miedo lo que me cobija, es expectativa, emoción, franqueza, ya no sé. Es tan complicado ofrecer un homenaje sincero en tan poco espacio y con tan pocas palabras. Muchas veces cavile que escribir y cómo hacerlo, retome lugares y momentos, pero al encararme con mi viejo portátil nada fluye, y no es que no tenga nada que decir, es más bien que no alcanzo a imaginar por dónde empezar.

¿Sabes qué?, me devuelvo en el tiempo y solo encuentro tu sonrisa; si, tu sonrisa, ¿la recuerdas?, esa que muy poco regalabas, pero que cuando lo hacías iluminaba varios mundos. Eres de las mejores amigas de mi esposa y por eso tengo el honor de conocerte…, fueron pocos años, tal vez ocho, quizá, nueve, pero en ese corto tiempo, entendí lo eterno de tu ser. ¿Me recuerdas llorando?, claro, fue ese día en que la cague al máximo con Mary, tanto que ella pensaba en marcharse…, pero apareciste tú y tus buenos oficios arreglaron lo que yo había destrozado, puedo decirte entonces que tu eres en parte, culpable de mi alegría de ahora.
Nos imaginamos luego proyectos inconclusos, compartimos varios retos, inundamos nuestras almohadas con quimeras y utopías, fuimos cómplices, compinches y aliados, abandonamos luego por diferentes causas esos sueños que hasta ese entonces compartimos…, ¿que fue?, recuérdalo muy bien, el amor, te enamoraste, fuiste feliz y de paso nosotros…, Javier, mi buen amigo, mi hermano, mi carnal, 24 años de amistad…, ese loco llegó a tu vida (obvio, con un poquito de colaboración de mi parte), y te vi sonriente, y lo vi radiante, eran uno solo, caminaban de la mano por la  vida sin que el mundo los sorprendiera con sus eternos desplantes, las almas siempre buscan sus pares, y en ustedes si que fue real esa constante, nos reunimos varias veces en pareja para compartir nuestras simplezas, nuestra existencia y hasta nuestro llanto, encadenamos nuestras vivencias y compartimos hasta el último trago de nuestras emociones.

¿Inteligente?, si, y mucho. ¿Recuerdas nuestra primera conversación?, discutimos la problemática de la adicción a las drogas, tu desde una perspectiva académica muy esquematizada, yo desde la simple experiencia de alguien que en algún momento trasegó ese sendero, hubo discusión, hubo debate, hubo trago…, la madre si hubo trago esa noche, jajajaa, al final ni tu ni yo obtuvimos conclusiones, nos abrazamos en santa paz y aprendimos que la vida es una conjunción de vivencias y teorías, una no puede ser sin la otra. Eres tan inteligente que aceptaste casarte con mi amigo y digo inteligente por que Javier, ese loco que tanto quiero y aprecio, encontró en el simbolismo del matrimonio una nueva constante en su camino, ya no estaba solo, ahora, un sinfín de sentimientos aparecían ante su cara. Y de nuevo fuimos eternos, el día de su boda, era suya, es cierto, pero yo sentía que también era mía. El padrinazgo que me obsequiaron, fue un honor no esperado que me hacía sentir durante esa ceremonia, la persona artífice de esa conclusión…, ya vendrían los hijos, ya se acercarían los sueños, pero en ese instante solo importaban tu, él y relegado pero presente, yo; te repito, fue uno de los días más importantes de mi vida.

No esperes que escriba desenlaces melancólicos, no contaré el final triste de esta historia, solo diré que hace un año, Dios te llamó de nuestro lado, un ser de luz como tú, fue requerido con urgencia allá en el cielo, tu misión era más relevante allá arriba y nos privaste de tu corpórea compañía. Pero aunque ya no estás, si estás; sigues latente, viviente y enmarañada en los corazones de todos los que te queremos. ¿Me ha dado duro sabes?, hay momentos en que te veo en otras gentes, es normal ya sé, pero nunca me había pasado eso, tal vez por lo rápido de tu partida, o es más bien el pequeño gran conjunto de situaciones compartidas.
Hoy, la verdad no me importa si esto sale bien, si lo leen o no, si me gano un premio o me desechan, solo quería recordarte con el alma y dejar plasmado en este texto algo de lo que eres para nosotros, nada más, sé que tú me entiendes.

¿Javier?, bien, en lo posible…, te extraña siempre sabes. En apariencia esta calmado, pero a mí no me engaña, la procesión va por dentro, sé que sus noches son más largas desde que tú no estás, también soy testigo que se ha refugiado en el trabajo para mantenerse ocupado y no llorar en silencio por tu ausencia. Lo he acompañado varias veces y trato de estar pendiente de él, pero ya sabes, tú lo conoces, es cerrado y se enclaustra en sus recuerdos. Sé que tu mayor anhelo es que vuelva a ser feliz, que darías cualquier cosa por reconquistar su alegría, se que lo amas, y que lo que menos quieres es que sufra, pero todo es un proceso, es imposible tapar el sol con un dedo y simular que nada pasa…, solo el tiempo y Dios darán la solución, pero te repito, no te angusties, aquí estamos para cuando él nos requiera, además, la melancolía es simplemente la alegría de sentirse triste.

Mi esposa, mi Mona, te envía saludos, también te extraña a montones, a veces, la he sorprendido llorando a solas, ha sido un duelo muy difícil de llevar, ¿recuerdas?, primero se fue mi suegra y unos pocos meses después tú, todo en un año…, a propósito ¿Cómo esta Carmela?, ¿la has visto?, ¿has hablado con ella?..., mil saludos dice Mary y una lágrima se escapa de su alma.

Te cuento que seguimos en la búsqueda del bebe, pero difícil, esto se convirtió en una rifa de refrescos; si, en serio, destapabas uno, mirabas la tapa ¿y que decía?, sigue intentando, jajajaa, (yo sé que te reíste), pero seguimos batallando por conseguirlo. Hice un pacto con Javier, si Dios me permite ser papá y es un niño, se llamará José Fernando, pero si es niña, él será el padrino y la llamaremos Sandra Catalina, nuestro pequeño homenaje a tu presencia.
Hace un año que partiste y ese hueco que dejaste ha sido y será imposible de llenar, solo quería que lo supieras, que todos aquí te extrañamos, que Javier te ama con el alma, que la vida ha tenido que seguir con esta ausencia que duele y quema, que no existe un día en que no te recordemos, que el aire es más denso y las noches se han vuelto más oscuras, que Carlos sigue gordo, que Andrés sigue siendo un mamagallista, que Lili se enamoró, se va a casar y va a ser mamá, que Alejo sigue siendo el serio de la familia y doña Tere la mamá de todos…, y puta madre, en resumen, que todos te queremos resto.

Sí ves, decir tanto en tan poco espacio es muy complicado, creo que se me queda la mitad por decir, pero sé que de antemano tú ya lo sabes. Es por eso que ya me voy, te dejo con mi vida, tu nos dejaste con tu ausencia, cuídame desde allí a Javi y a la Mona, yo sé que tienes buenos contactos con el administrador del negocio. Nunca olvides que tarde o temprano nos volveremos a encontrar (bueno, quien sabe si conmigo jajajaa), pero espero que de ser así, tengas reservadas unas buenas frías, porque estoy seguro que la rumba va a ser apoteósica.
Cuando nos veas tristes por tu partida, no te preocupes: “simplemente se nos metió una basurita en los ojos y una Etna Catalina en el alma”.

Chao Cata, me quedo con tú sonrisa…,  y un cóctel barato que me espera, ¡¡¡¡salud!!!!

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