CUESTIÓN
DE ACTITUD
POR: JAVIER BARRERA LUGO
Creí que la idea absurda del amor manejada por el
vulgo, jamás me afectaría. Me equivoqué de cabo a rabo y eso no me hace feliz.
La buseta repleta de almas desesperanzadas, (centro de Suba hasta Bosa, no
menos de 50 pasajeros -yo me quedo en la 26 con Cali-) parece el escenario de
un castigo para mediocres.
Jueves normal, trancones eternos, personas evadidas
en la música, gracias a los audífonos de sus teléfonos, caos que baila cuando observamos el panorama
desolador a través de las ventanillas. Un milagro, la vida me cambia sin
saberlo: ella se ubica a mi lado, vamos de pie evitando el manoseo de los
vecinos; mientras, el “caballero” que la acompaña, se sienta (aplasta) sólo para comenzar a
parlotear estupideces con impunidad.
Mi actitud de fiera
agazapada al final del pasillo para no sentir el roce de braguetas,
traseros, panzas tibias y senos, que inexorablemente buscaran la salida de esta
celda infernal, cambia. La contemplo, gozo viéndola, es guapa, puedo ser su
padre; pero ese detalle me tiene sin cuidado. Aquella angélica morena de veinte
años, gordita, sonrisa fácil y cara hermosa, estruja las sensaciones y placeres
que pulverizan mi pesimismo. Su espíritu es gigantesco y no oculta este don.
Escucho lo que le cuenta al tarado, lo de su
embarazo a los 16, sus deseos de estudiar contaduría en la universidad, no en
el SENA, la oficina de porquería donde
se desperdicia, que su jefe es un engendro. La amo. Lo que por décadas negué a
padecer, me explota en la cara. El sueño termina cuando en la Avenida ciudad de
Cali con 53, se despide del torpe, no de mí, y baja del bus. La justicia
romántica sí existe, es igual de cruel a la poética. En menos de una hora me
enamoré, soñé el amor, la perdí y quedé
hecho trizas. Cuento estúpido el amor… Y ahora a pensar como le justifico al
patrón los 30 minutos de retraso que llevo para entrar a trabajar. Un corazón roto no es excusa
válida.
bien cuento, conciso. El amor es una sensación efímera y necesaria.
ResponderEliminarLibardo Medina.
Lo dijo un dios pagano en Charalá: el enamorado es un idiota, y es más idiota el que no se enamora la menos una vez. Gran trabajo el que haces, barrerita.
ResponderEliminarFLORENTINO BORRÁS Y MARGOTH.