ELLA
A mi esposa, quien me dijera
alguna vez que ya no escribía para ella…, escribo es por ella.
Hoy lo hago público: no sabe
cocinar; si hablamos en términos gastronómicos, más allá de un arroz, es
impensable…, y sin embargo; el café que me brinda cada mañana, es el mejor que
he probado en mi existencia, siempre está acompañado de ese amor que da aroma y
vida a todo lo que toca. Recuerdo esas primeras mañanas de unión, cuando en su
afán de verme sonreír y darme el “buenos días” con esa taza de café del que les
hablaba, confundió el azúcar y la sal, provocando en mí, a lo largo de aquella
jornada, interminables dolores estomacales y sonrisas cómplices al recordar esa
inocencia. Como no amarla si he sobrevivido 13 años a sus intentos amorosos de
complacerme.
También hoy lo confieso:
detesta las labores de la casa, para ella es un suplicio abrazar una escoba o
dedicar dos horas a cuidar una lavadora; no, no va con ella. La academia, el
estudio, su profesión; esas son realmente sus pasiones, lo que hace que cada
día me sienta más orgulloso de su historia, de su obrar. Con el tiempo deje de
pensar en mi vida para apoyar incondicionalmente la suya, y es que lo merece…,
a ver me explico: no proviene de una familia adinerada, ni lleva a cuestas
apellidos rimbombantes, es de universidad pública, se endeudó con el Estado
para sacar su carrera adelante, su posgrado y maestría también es fruto de su
esfuerzo, nadie le regaló nada, ni papi, ni mami, ni hermanos pudieron o
quisieron apoyarla, se ha hecho a pulso y cada batalla la ha ganado; otra razón
para amarla y dejar de lado su pequeña flaqueza ante lo doméstico, además, es
muy cumplida con la dotación laboral, y durante
estos años me ha obsequiado unos
delantales “diiiiviiinos”.
Tiene una pelea casada con
el deporte y, aunque paga puntualmente su mensualidad en el gimnasio, sé que lo
hace más por callar mi perorata que por convertirse en una supermodelo de
curvas marcadas y labios que digan “cuchucou”,
nada de eso, su deporte extremo es dormir, y aunque come sanamente, no
cambia el chocolate por más cantaleta que yo le dé. Yo sé que detesta el
ejercicio; ella sabe que mi preocupación, más allá de su figura, es su salud y
entonces ese tema lo hemos convertido en pacto silencioso…, yo no molesto mucho
y ella, bueno ella, va de vez en cuando. Tercer punto para la Mona. Como no
enamorarme si ella misma lo describe cuando me exalto: “yo no estoy gorda, estoy
rellenita de amor, así que no molestes”
y me deja en silencio, y empiezo a compartir su congestión romántica.
Es de mal genio mi Monacho,
bastante…, pero nunca dejo de repetirlo, ella es la parte seria de este
matrimonio, no es tan afable como yo, mejor, no es tan pelota como este
servidor, y aclaro, no es que yo sea un pelele, pero si hablamos de madurez,
uy, hay si nada que hacer, me lleva (en ese sentido), 20 años o más. Es la
combinación perfecta; lo amargo y lo dulce, lo claro y lo no tan claro, el sol
y la lluvia. Y esa es mi cuarta razón “los polos opuestos se atraen”, nadie
puede cambiar eso, es una ley física.
Hemos viajado, si, varias
veces, pero también hemos descubierto lo simple y hermoso que puede ser caminar
por cualquier calle comiendo helado, como un par de estudiantes de colegio,
como empleada en permiso dominical, como todos nosotros en algún momento lo
hemos hecho (y no se sonrojen, que lo he visto en personajes que hoy están muy
encumbrados). El dinero que para ella es tan supremamente importante, para mí
solo es eso, dinero, y es ahí, en esa dicotomía, donde volvemos a ser uno, pues
hasta el momento ninguno de los dos ha tenido la razón absoluta. “El dinero no
compra lo esencial, pero sin plata no se consigue lo básico”, y recuerdo en
esos momentos a mi viejo profesor de sociología Pacho Rocha y su premisa
invariable: “la riqueza aísla, la pobreza excluye, hoy el poder y el tener
valen más que el ser”…, aplauso fuerte Mona, apretón enorme para el viejo
maestro Rocha.
En fin, me aparte unos
momentos; volvamos a mi esposa: “suele ser violenta y tierna, no habla de
uniones eternas”…, y me disculpa Pablo, pero aunque cité esa frase, mi esposa
no es violenta, si es tierna y si habla de unión eterna y tal vez por eso
siempre anda pendiente de mis cosas, de mi salida, de mi llegada, de mi
alegría; de mi tristeza…, hoy puedo asegurar que nadie, absolutamente nadie me
conoce tan bien como ella. Una más a su favor.
Le encanta el rock, pero no de cualquier tipo: el
clásico, (y la vieja sabe), el que nació acompañado de psicodelia, LSD y
libertad, no el de los pseudo grupitos y artistas de hoy que basan su fama en
sus escándalos y no en su talento musical. Puede durar horas eternas escuchando
un buen riff, y si le pido el nombre de una canción, grupo o vocalista, la
repuesta es inmediata…. jajajaja y no fue nunca (ni siquiera lo soñó), a un
concierto de Samantha Fox, ¿verdad Cervantes?
Ya llega. Estas pocas líneas
son una sorpresa, ojalá le gusten. Pero antes de poner punto final, les voy
a abrir mi corazón, les voy a contar el
porqué diariamente revivo mi amor hacia esa gigante de ojos verdes: ella (aquí
entre nos), ella hace mi mundo mejor, me alegra, me divierte, me entristece, me
sube, me baja, me llena. Y la mejor razón, la más grande, (es un secreto, aquí,
en vos baja), tomados de la mano, no envejecemos los dos…, simplemente ella
acompaña mis canas.
Fernando
Vanegas Moreno
Un
día pintado de gris en la calle y de alegría en su corazón.
Fantástico. La poesía la desata el amor. Que afortunada Mary. Y si el poeta me lo permite lo irrespeto en recordarle que olvidó describir la gran amiga que eres. Su entrega absoluta e un condicional. Que bien Mary yo sabia que detrás o Disculpadme al lado de la gran mujer que eres, hay un gran hombre. T.Q.M. Un abrazote desde la fría capital con calor costeño. Tu amiga por siempre. Nubia
ResponderEliminarIncondicional quise decir Mary
EliminarGracias por los comentarios, siempre bien recibidos en apoyo a los nuevos aventureros de la escritura
ResponderEliminarCOMO SIEMPRE TARDE, PERO LLEGO. BUEN ESCRITO Y BUENOS AMIGOS USTED Y SU MONA. LOS POLOS OPUESTOS SE ATRAEN Y GENERAN CATACLISMOS... SINO, PREGÚNTELE A LOS MAYAS (y NO A LOS VILLAZÓN). UN ABRAZO FERCHO GUMP.
ResponderEliminarATTE. FLORENTINO BORRÁS
También tarde la respuesta pero aquí estamos, gracias por el comentario y lo felicito por hacer real esa utopía de escribir, y más importante aún, de publicar. Devuelvo el abrazo Taylor Borrás
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